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TURISMO

El parador del Roser abre al completo y con 2.500 habitaciones ya reservadas

Los clientes destacan la calidad de las instalaciones y el edificio se llena de curiosos

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Al fin, tras un proceso de más de doce años, este jueves abrió sus puertas el Parador Nacional en el edificio del Roser de la calle Cavallers. Inició su actividad al completo y con 2.500 habitaciones ya reservadas en las próximas semanas. Los primeros clientes destacaron la calidad de las instalaciones, con un único lunar: la dificultad para acceder al parking.

Los primeros clientes del parador del Roser empezaron a llegar este jueves para estrenar finalmente este equipamiento turístico, la mayor inversión en el Centro Histórico en los últimos años y que ya fue inaugurado a finales de julio por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El hotel, según explicó su director, Miquel López Llena, abre al completo y con 2.500 habitaciones ya reservadas. De hecho, agosto está lleno al 95% y en septiembre ya están cubiertas más de la mitad de las habitaciones disponibles. “A la una del mediodía ya tenemos 15 o 20 de las 53 habitaciones llenas y teníamos hasta gente esperando en la puerta cuando hemos abierto”, señaló López.

La clientela se nutre especialmente de miembros del club de fidelización de Paradores que buscan “comodidad y cosas para hacer en la ciudad”. En recepción les regalaban entradas para el Castell dels Templers y la Seu Vella para promocionar los atractivos de la ciudad.

16,5 millones de euros es el presupuesto que han tenido las obras para rehabilitar y transformar el edificio.

Entre los primeros clientes, la valoración de las instalaciones fue muy positiva (ver página 4), aunque a más de uno le costó encontrar el parking. Además, el claustro, convertido ahora en cafetería, se llenó durante toda la jornada de curiosos que venían a conocer la remodelación del edificio. Una habitación cuesta desde 85 € aunque en los días de más demanda ronda ya los 170.

El estreno de este hotel de lujo en el antiguo convento dominico del Roser supone la culminación de un proceso de más de 12 años, aunque aún queda pendiente la mejora del su degradado entorno.El Gobierno, entonces con el expresidente de la Generalitat José Montilla como ministro de Turismo, asumió el proyecto en 2005, aunque las obras no empezaron hasta marzo de 2010.

Debían durar dos años y medio, pero varios problemas, entre ellos un concurso de acreedores de la constructora, las retrasaron. Al final, el coste total de la obra supera los 16,5 millones, que ha financiado Turespaña (14,8 en el edificio) y Paradores de Turismo (1,69 en suministros e instalaciones y decoración), por encima de las previsiones.

El hotel tiene cuatro estrellas y cuenta con 53 habitaciones (una de ellas adaptada, una suite y dos familiares), situadas en torno al claustro central, que ha sido cubierto y acoge una amplia cafetería. El espacio de la antigua iglesia, que llevaba años cerrado, acoge el restaurante principal. Es el cuarto parador de la provincia, tras los de La Seu d’Urgell, Arties y Vielha, que fue el primero en 1966, y emplea a 40 personas.

En primera persona

¿Qué le ha parecido el parador de Lleida?

Jordi Argemí.

Barcelona:

«La impresión del parador es muy buena. Venimos a conocerlo, vamos a todos los paradores que podemos. Y es una buena oportunidad para volver a visitar Lleida»

Rosa Alonso.

Madrid:

«Venimos de Girona, vamos a casa y al saber que abría el parador decidimos quedarnos. Nos ha parecido precioso, aunque habría que facilitar el acceso al parking»

Antoni Torrent i Cati Mingolla.

Sant Joan les Fonts:

«No esperábamos menos de un parador, está muy bien. Los conocemos casi todos, de la Península solo nos faltan dos. Son edificios y entornos excepcionales, con algo distinto. En Lleida ya habíamos estado. Iremos a ver el museo antes de que se lleven las obras de arte y la Seu Vella»

José María Martí i Maria del Mar Rúa.

Castelldefels:

«No habíamos estado en Lleida y cuando vimos que lo inauguraban decidimos venir y de paso conocer la ciudad. Los paradores están bien, hemos ido a varios. Estamos solo esta noche. Iremos a ver las Catedrales y el casco antiguo y saldremos a comer»

El acceso al aparcamiento, única pega en el estreno del hotel La falta de señalización para llegar al aparcamiento subterráneo y su ubicación en un punto de difícil acceso en la plaza Sant Antoni Maria Claret provocó este jueves por la mañana quebraderos de cabeza a algunos de los viajeros que estuvieron dando vueltas para encontrar la entrada al parking. Para llegar a él, hay que acceder o bien por la calle Lluís Besa o desde Rambla d’Aragó, por la calle del Bisbe, plaça de L’Ensenyança, carrer de Les Monges y girar hacia La Palma. Si el conductor se pasa este giro, hay que ir a dar la vuelta por Cavallers y al tratarse de calles estrechas y de sentido único resulta complicado, especialmente para personas que desconocen la circulación en Lleida. Ello hizo que personal del parador tuviera que acompañar a algunos de los viajeros para que pudieran llegar o orientarles por teléfono. La dirección del Parador ha solicitado al ayuntamiento reforzar la señalización para acceder desde Rambla d’Aragó, y está previsto que se instale de forma inminente.

Clientes del parador, ayer en el mostrador de la recepción del hotel, a su llegada a Lleida.

Clientes del parador, ayer en el mostrador de la recepción del hotel, a su llegada a Lleida.MAGDALENA ALTISENT

Clientes del parador, ayer en el mostrador de la recepción del hotel, a su llegada a Lleida.

Clientes del parador, ayer en el mostrador de la recepción del hotel, a su llegada a Lleida.MAGDALENA ALTISENT

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