Las mascotas se suben al autobús

Gatos, perros de pequeño tamaño y otros pequeños animales domésticos ya pueden viajar en los autobuses municipales de Lleida, al entrar en vigor la modificación del reglamento de transporte urbano de viajeros aprobada en el pleno en mayo. Los animales deberán estar debidamente identificados e ir dentro de un transportín adecuado a su tamaño y cerrado, siempre bajo la responsabilidad de su portador. Hasta ahora, no era posible llevar animales, con la única excepción de los perros lazarillo (ver desglose), lo que había ocasionado alguna queja e incluso una recogida de firmas por internet impulsada por la protectora Progat, que logró cerca de novecientas firmas, después de que una voluntaria de la protectora no pudiera subir y tuviera que acarrear varios kilómetros una cesta con un gato adulto. “Los animales en un transportín los dejan subirse al tren o a un avión. Que no pudieran subirse a un autobús es penoso. Ni muerden ni molestan a nadie, es muy distinto que llevar un perro grande, que hay gente a los que le da miedo”, afirmó Diego Ladera, portavoz de Progat, quien agradeció la sensibilidad para cambiar este reglamento.

La nueva normativa prevé que los animales no podrán salir de las cestas, ni parcial ni totalmente, en todo el trayecto. El objetivo es que no puedan ensuciar ni incomodar al resto de viajeros y, en todo caso, el viajero que lleve al animal será el responsable de los posibles daños que pueda ocasionar tanto la mascota como la cesta de transporte. Las medidas máximas permitidas de los transportines son de 60x40x39 centímetros y se deberán situar encima de los viajeros, en caso de ir sentados, o bien debajo del asiento. Si van de pie, los transportines deberán estar en la zona central del autobús, en el espacio dedicado a personas con movilidad reducida o para bicicletas. No obstante, los viajeros con problemas de movilidad y los que lleven bicicletas tendrán preferencia y si hay usuarios con transportín deberán retirarlos de esa zona. Las cestas con las mascotas no podrán ocupar un asiento propio ni estar en pasillos ni en espacios de entrada o salida del autobús.

Los lazarillo ya podían ir en el transporte público Hasta ahora, el reglamento municipal de viajeros solo hacía una excepción con los perros lazarillo, teniendo en cuenta que las personas ciegas los necesitan para guiarse y que son muy tranquilos. Aun así, acostumbran a ir atados. También es posible viajar con perros guía adiestrados en los trenes de Renfe y en algunas compañías aéreas.