VIVIENDA MERCADO
Estudiantes de alquiler
Los jóvenes de fuera de Lleida ciudad que estudian en la UdL constituyen uno de los principales colectivos que impulsan la demanda || La gran mayoría de ellos optan por residir en una vivienda compartida con varios compañeros, lo que reduce el coste a menos de 200 € por cada uno
En estas fechas, poder alquilar un piso para estudiantes en Lleida es “muy difícil” según varias inmobiliarias consultadas por este diario. Habitualmente, los estudiantes empiezan a buscarlo justo después del final del curso para irse de vacaciones con todo a punto para septiembre, por lo que ahora los más rezagados deben conformarse con las migajas del mercado. No obstante, profesionales del sector inmobiliario señalan que los propietarios han perdido el miedo a alquilar sus inmuebles a universitarios por temor a que lo “destrocen” y la oferta es mayor en comparación a años anteriores, aunque la demanda también ha aumentado, tanto por lo que respecta a alumnos como a familias.
Las prioridad de los universitarios a la hora de alquilar un piso es que sea lo más asequible posible. Sin embargo, la mayoría ya no se conforman con tener una simple habitación con una cama, una silla y una estantería ni tampoco están dispuestos a vivir en un piso situado en las plantas superiores de un edificio sin ascensor con muebles de distintos estilos y sofás que han sido usados hasta por cuatro generaciones distintas.
“La demanda de los estudiantes es de pisos de tres y cuatro habitaciones, totalmente amueblados y ubicados cerca del campus universitario y, sobre todo, que no estén lejos de la zona que concentra el ocio nocturno”, detalla un profesional de Farré Inmobiliaria. En este caso, los precios se sitúan entre los 500 y los 700 euros mensuales, por lo que si es compartido por cuatro personas sale a menos de 200 euros por cada una, cantidad a la que hay que añadir diversos gastos fijos como los de gas, agua y luz.
Las formas de buscar piso han cambiado con el paso del tiempo. Antes, se basaba en el boca a boca, las inmobiliarias,-que continúan teniendo un peso importante-, los tablones de anuncios e incluso los anuncios pegados en los lugares más diversos. Ahora, sin embargo, internet y las redes sociales están llenas de ofertas de viviendas en alquiler.
Así, por ejemplo, en Facebook, hay páginas en las que se ofrece el servicio de mediación entre universitarios que buscan alquilar una vivienda y propietarios que ofrecen las suyas. También resulta frecuente ver ofertas de algunos jóvenes que una vez han alquilado un piso buscan a más compañeros para llenar todas las habitaciones y abaratar de esta manera el coste del arrendamiento.
Las residencias, una alternativa Esta joven, que viene a Lleida porque no tenía la nota suficiente para entrar en los grados elegidos en sus primeras opciones, tuvo que buscar piso en agosto y lo hizo a través de las redes sociales. “Puse un anuncio en Facebook que necesitaba piso para septiembre. Contacté con unas chicas que buscaban compañera y tras quedar una tarde para conocernos decidí irme con ellas. Me lancé a la piscina sin ver si había agua y gané”.