Confusión y quejas de alumnos de la UdL por un cambio en la matrícula

Un cambio en la normativa de matriculación general de la Universitat de Lleida (UdL) aprobado en abril, pero del que la mayoría de estudiantes no sabía nada, ha complicado la inscripción estos días a los alumnos que pasan de curso con asignaturas pendientes. La nueva regulación obliga a matricularse de todas las materias de cursos anteriores antes de poder inscribirse en las del nuevo, cuando hasta ahora los estudiantes disponían de más flexibilidad para dejar alguna de las asignaturas pendientes para más adelante. “Nos dimos cuenta porque al ir a hacer la matrícula el sistema no nos dejaba. En mi caso tiene una repercusión económica, porque las asignaturas repetidas son más caras y tener que hacerlas todas encarece mucho la matrícula”, explicó una estudiante de Derecho, quien criticó la falta de información y alertó de que determinadas asignaturas estarán muy masificadas. En otros casos, hay problemas de solapamiento de horarios entre asignaturas de distintos cursos. “Quería matricularme de todas las asignaturas de tercero y de dos de las tres que tenía de segundo, pero no me deja. No entiendo que no nos dejen hacer las asignaturas que queramos, cada uno sabe lo que puede asumir y hay gente que hace la carrera a tiempo parcial”, opinó un alumno de Psicología.

La vicerrectora de Estudiantado de la UdL, Neus Vila, señaló que la normativa se modificó para “garantizar la igualdad entre estudiantes” ya que había normas distintas según la facultad. Recordó que existe otra regulación para facilitar flexibilidad a los estudiantes en las evaluaciones y aseguró que revisarán los problemas que haya para garantizar que ningún estudiante salga perjudicado.

Filosofía gana peso en selectividad El examen de Historia de la Filosofía ganará peso en la puntuación de la selectividad en Catalunya a partir del próximo año, acordó ayer el Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC). La materia pasará a formar parte de la fase específica de las Pruebas de Acceso a la Universidad 2018, que es obligatoria para el acceso a un buen número de grados de las ramas de Artes y humanidades y de Ciencias sociales y jurídicas. La decisión se enmarca en la decisión de avanzar hacia un modelo de examen más centrado en evaluar competencias que conocimientos.