La cuantía media de las becas que cobran los alumnos de la UdL baja en 396 € en 5 años

La cuantía de las becas que cobran los estudiantes de la Universitat de Lleida (UdL) han bajado en casi cuatrocientos euros en los últimos cinco años. La parte que financia las tasas apenas sufre variación, ya que las matrículas llevan años congeladas, pero el resto de componentes han sufrido una caída del 16% en este periodo, al pasar de 2.474,42 euros de media en el curso 2011-2012 a 2.077,69 euros en el 2016-17. La ayuda al estudio media que cobra un alumno de la UdL supera por poco los 3.200 euros, ya que la beca de matrícula supone unos 1.139,51 euros de media (con datos del curso 2015-16). El mínimo fue en el año 2013-14, cuando la ayuda media en la UdL fue de solo 2.984,96 euros. Así, consta en varias respuestas parlamentarias del Gobierno a preguntas del diputado socialista Miguel Ángel Heredia, que ponen de manifiesto que esta caída de la cuantía de las becas ha sido general en todo el Estado, con un descenso medio de 331 euros al año.

Este descenso en la cuantía de las becas, unido al endurecimiento de los criterios académicos implantado por el Gobierno del PP en 2013, ha hecho que muchos estudiantes tengan que combinar trabajo y estudio para poder salir adelante y que otros se hayan quedado sin poder estudiar, han denunciado distintas asociaciones de estudiantes. Con todo, paralelamente al descenso de las cuantías, se ha incrementado el número de becarios. En el caso de la UdL han pasado de 2.081 en el curso 2011-12 a 2.465 en 2016-16, un 18% más.

Muchos alumnos se ven obligados a combinar trabajo y estudios por la escasa cuantía de la beca

En cuanto a los niveles no universitarios, las cuantías también han ido a la baja en Lleida. En el curso 2012-13, los alumnos becados recibieron 1.526,44 euros por curso, cifra que cae hasta 1.304,11 en el 2015-16.

El instituto de Alpicat abre en módulos con 61 alumnos El nuevo instituto de Alpicat arrancó ayer su primer curso con 6 docentes y 61 alumnos, todos ellos de Alpicat, que cursarán primero de ESO repartidos en dos clases habilitadas en módulos prefabricados. En los próximos años, el centro irá creciendo con más módulos para los siguientes cursos, afirmó el delegado de Enseñanza, Miquel Àngel Cullerés. Ahora cuenta con 2.500 m², con dos aulas y equipamientos complementarios como aulas polivalentes para la biblioteca y para clases de informática, música y otras actividades.