Se disparan los delitos cometidos por leridanos mayores de 70 años

Los delitos cometidos por leridanos mayores de 70 años se han disparado en el último año. En 2016, los tribunales de Ponent dictaron un total de 25 sentencias firmes contra personas de esta franja de edad, lo que supone que esta cifra se ha doblado, ya que en 2015 fueron 11. Así se desprende de la última estadística del INE sobre el Registro Central de Penados, que incluye información sobre las sentencias firmes dictadas por los tribunales y juzgados del ámbito penal. Los delitos más frecuentes entre los adultos fueron los relacionados con la seguridad vial (23,8% del total) y los de hurtos y lesiones (ambos del 15,1%).

En total, el año pasado fueron condenados 2.500 adultos en las comarcas leridanas, lo que significa que se ha registrado un aumento del 8,5 por ciento respecto a las cifras contabilizadas en2015. Cerca de cuatro de cada diez tienen entre 18 y 40 años, mientras que el 12,7% se sitúan en una franja de edad que va desde los 40 hasta más de 70. Se impusieron 6.794 penas en sentencias firmes. El 21% de ellas supusieron prisión y en otros 1.800 casos se impuso multa. Otros “castigos” impuestos con más frecuencia fueron la inhabilitación especial para el empleo, la prohibición de conducir, de comunicarse o acercarse a la víctima, la obligación de hacer trabajos comunitarios y la prohición de la tenencia de armas. Solo ocho de estas penas supusieron la expulsión del territorio español.

En el caso de los menores, las más frecuentes son la libertad vigilada y los trabajos comunitarios

Entretanto, en Lleida también han aumentado los menores de 14 años condenados por haber cometido algún tipo de delito o infracción penal. Solo en 2016, fueron sentenciados de forma firme 25 niños de 14 años, edad a partir de la cual ya pueden ser imputados por la Justicia. Una cifra que no ha dejado de aumentar en los últimos años y que preocupa a la Fiscalía (como ya publicó SEGRE) ante el elevado grado de reincidencia registrado. En total, 126 menores fueron condenados el año pasado, de los que casi cuatro de cada diez habían cometido más de un delito.

Entre las medidas impuestas por los jueces en estos casos, es más frecuente la imposición de la libertad vigilada o los trabajos comunitarios. Solo en nueve casos el tribunal dictó el ingreso en un centro de menores en régimen cerrado.