SUCESOS INVESTIGACIÓN
El 'falso amigo' sigue actuando con su estafa a pesar de la condena
Acumula al menos tres nuevas denuncias pero se cree que podría haber más casos
El ‘falso amigo’, el estafador de Lleida que pide dinero a gente en la calle simulando ser un conocido de la familia en apuros, ha vuelto a las andadas. Los Mossos d’Esquadra han recibido tres denuncias, dos en verano y una este último mes, de personas que han caído en su “trampa”, y no se descarta que haya otros casos cuyas víctimas no han querido denunciarle por vergüenza. Uno de ellos se cometió el martes por la noche en el Passeig de Ronda, entre Fleming y Bisbe Irurita. Consiguió que un vecino de Lleida le diera 200 euros. Poco después, la víctima descubrió que se trataba de un engaño.
Todo parece indicar que se trata del ‘falso amigo’ R.A.S.C., de 38 años y vecino de la Mariola, condenado el pasado mes de mayo por la Audiencia Provincial de Lleida a un año de prisión y a una multa de 450 euros. En aquel momento, los Mossos d’Esquadra habían abierto 25 diligencias contra el ‘falso amigo’ y le atribuían muchas estafas más.
El martes por la noche hizo lo mismo con un ciudadano que entregó al timador doscientos euros
La Fiscalía solicitó en aquel juicio una pena de dos y medio de prisión por estafar a una mujer el año pasado haciéndole creer que era a un primo suyo y conseguir que le diera 350 euros. Se da la circunstancia de que el mismo tribunal que lo condenó pidió al Gobierno del Estado el indulto de la mitad de la pena para el acusado, al considerar que los hechos juzgados son menores, aunque el Código Penal castigue el delito de estafa con un mínimo de un año de prisión. Durante el juicio, el acusado admitió que se encontró con la víctima y le dijo que tenía que ir a Barcelona para cuidar un familiar. Ante las preguntas de la fiscal, acabó confesando que pide dinero por la calle haciendo creer a la gente que le conocen y que pide ayuda por sus hijos.
Albert Montagut y Joan Balcells son dos de los muchos nombres que ha utilizado. En todos los casos, se dirige a sus víctimas y las convence de que eran conocidos de infancia o parientes. Cuando se dan cuenta del timo, ya le han dado el dinero y le han perdido el rastro.
