La carretera deja 3 ciclistas muertos y 16 heridos hasta agosto en Lleida

El aumento de la siniestralidad entre los ciclistas ha llevado a la conselleria de Interior a activar varias líneas de prevención para recordar al resto de vehículos la “vulnerabilidad” del colectivo, pero también pidiendo a los ciclistas que hagan un “uso responsable” de su medio de transporte, hablando de “responsabilidad compartida”. Hasta el 25 de julio de este año, en las carreteras interurbanas de Ponent se han registrado 15 accidentes en los que se han visto implicados ciclistas. De estos, dos han sido mortales, cuando el año pasado no hubo ningún ciclista fallecido. Así consta en una respuesta parlamentaria de la conselleria de Interior a Ciudadanos.

El primer accidente mortal se produjo el 11 de abril, cuando un vecino de Agramunt de 54 años falleció tras ser atropellado por un camión en la carretera L-310 en Concabella. El segundo siniestro mortal se produjo un mes después en el que murió un vecino de Vilanova de Bellpuig de 84 años arrollado por una furgoneta en la C-233. Este año (aunque no entra en el balance de Interior al ser posterior al 25 de julio) falleció un ciclista de 28 años en Seròs. Otros 16 ciclistas resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad hasta el pasado mes de julio. En todo el año pasado, hubo 46 accidentes en los que se vieron implicados ciclistas. Ninguno de ellos fue mortal, pero sí que 13 de ellos sufrieron heridas de gravedad y el resto, 34, leves. Según la respuesta de Interior, hasta el mes de julio han fallecido seis ciclistas en accidentes interurbanos en toda Catalunya y otros 296 han sufrido heridas.

Un vecino de Agramunt, otro de Vilanova de Bellpuig y un joven de Seròs, todos atropellados

En cuanto a las medidas, la conselleria recuerda que el Servei Català de Trànsit dicta cada año instrucciones a los Mossos d’Esquadra y a las policías locales una serie de referentes para proteger a los ciclistas, como mantener las distancias en los adelantamientos (con la promoción de la distancia de 1,5 metros entre ciclistas y el resto de vehículos) y el control de las maniobras que puedan poner en peligro a los conductores de dos ruedas. También se han lanzado campañas para que los ciclistas tengan un uso más responsable de la bici, la llamada responsabilidad compartida, así como programas de educación y formación en las escuelas, con más de 45.000 alumnos anuales en el conjunto de Catalunya.