Cirugías en los ambulatorios

Las cirugías menores más habituales son del área de dermatología, como la extracción de nevus, verrugas víricas, lesiones quísticas o uñas encarnadas (matricectomías) que se extirpan, fundamentalmente, con un electrobisturí o a través de la crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido para quemar las lesiones superficiales de la piel).

Los médicos de cabecera reciben formación específica para hacer este tipo de cirugías. Así, por ejemplo, el plan formativo para el próximo año del Institut Català de la Salut (ICS) contempla un curso de cirugía menor ambulatoria avanzada dirigido a médicos de familia que ya las practican. “Las técnicas avanzan y la formación continua es imprescindible, como en todas las especialidades médicas”, indica Marta Ortega, facultativa del CAP de Cappont que hace más de diez años que realiza estas intervenciones ambulatorias, siempre con el apoyo de una auxiliar de clínica. “Pese a ser sencillas, se requieren cuatro manos, las mías deben permanecer estériles todo el tiempo”, subraya Ortega. También el currículum académico de los médicos residentes de esta especialidad contempla un curso sobre estos procedimientos quirúrgicos, con parte teórica y práctica consistente en rotaciones en diferentes ambulatorios que las practican.

Los procedimientos quirúrgicos que se efectúan en los CAP nunca requieren anestesia general, solo local

Muchos CAP hacen ahora ecografías o infiltraciones, algo impensable hace veinte años

En general, el grado de satisfacción del paciente es muy alto. “Agradecen la proximidad y la familiaridad del ambulatorio, son sus médicos de toda la vida. Las curas también las hacemos aquí”, explica Ortega, que en una mañana puede practicar una decena de cirugías. Al igual que las curas, el control de las muestras extraídas en los ambulatorios es otro procedimiento clave que prosigue dichas intervenciones. Si es necesario, se envían a la unidad de Anatomía Patológica del Arnau para que las analicen.

La (r)evolución tecnológica y de servicios en los CAP Ecografías, infiltraciones, cirugías menores ambulatorias o espirometrías (pruebas que permiten analizar la función del pulmón y las vías respiratorias). Estas y otras muchas pruebas se llevan a cabo en los ambulatorios, algo impensable hace veinticinco años. Y es que los profesionales de Atención Primaria y los pacientes han sido testigos de cómo se incrementaba sustancialmente la cartera de servicios que ofrecían sus CAP. “La Atención Primaria ha evolucionado muchísimo, es más interdisciplinar y evita desplazamientos innecesarios de pacientes al hospital, en parte gracias a las ventajas de hacer un buen uso de la tecnología”, explica Núria Nadal, directora de Atención Primaria en Lleida. De hecho, esta evolución no se entiende sin la multiplicidad de canales de comunicación entre profesionales sanitarios y los pacientes. “El enfermo agradece resolver dudas sobre la prescripción o la dosis de un fármaco o comentar los resultados de la analítica vía email con tu médico de cabecera. Ven más proximidad y accesibilidad”, señala Nadal. Los CAP también han reforzado la prevención y el fomento de la salud con diferentes proyectos. “Antes, un paciente acudía a su ambulatorio cuando estaba enfermo. Ahora el CAP sale a la calle”.