La Paeria comprará un solar delante del Parador para que tenga acceso al barrio judío

El ayuntamiento comprará el solar situado delante del Parador del Roser para convertirlo en una puerta de acceso al barrio judío. El terreno se encuentra en la calle Cavallers y al lado de la iglesia de los Dolors. El alcalde, Àngel Ros dijo que se están concretando los puntos de la compra y esperan llegar a un acuerdo pronto. “Estamos ultimando los detalles con la congregación de los Dolors y la idea que tenemos con este terreno sería hacer una entrada perfecta, un vial digno de acceso a toda la zona del barrio judío, que se espera que se abra al público a partir de finales de mes”, dijo Ros. Por el momento se desconoce el precio de la transacción, pero el ayuntamiento espera poder materializar en breve la adquisición del solar para habilitar el acceso lo antes posible.

Las obras de restauración del barrio judío, también conocido como “la cuirassa”, están ya en su recta final y la Paeria espera que para finales de este mes todo el recinto ya pueda ser visitable. El pasado miércoles el ayuntamiento adquirió un edificio en la plaza Seminari para derribarlo y convertirlo en una área de innovación social y urbana, aunque hasta la construcción del nuevo inmueble formará parte de la zona ajardinada del barrio. Con la adquisición de este nuevo solar delante del Parador y su conversión como punto de acceso, el barrio judío contará con siete entradas. Las de las calles Sant Cristòfol, Dolors, Companyia, Maranyosa, Major, la zona del antiguo seminario y esta de la calle Cavallers.

A principios de octubre se empezó a colocar el pavimento de las pasarelas que servirán como paseo peatonal y de mirador de los restos arqueológicos del “Call”. Todas estas medidas forman parte de la última fase para rehabilitar y hacer visitables los vestigios del antiguo barrio judío medieval dentro del proyecto para dinamizar el Barri Antic. El presupuesto aproximado ronda el millón de euros y ha contado con una subvención del Govern. Los arqueólogos hallaron restos de muros y calles del “Call”, así como una casa que pertenecía a judíos que fue quemada por los cristianos en 1391 y en la que se encontraron restos únicos en la península.