SANIDAD BALANCE
Registradas 25 reacciones alérgicas muy graves a medicamentos este año en Lleida
El Arnau y el Santa Maria atienden a un millar de casos, la mayoría leves, y efectúan unas 700 pruebas anuales para confirmar posibles alergias || Antibióticos y antiinflamatorios, los principales causantes
Solemos relacionar las alergias con la estación primaveral, el polen o los ácaros del polvo. Sin embargo, los medicamentos también pueden causar alergias si el organismo responde de manera inmunitaria a la hora de tomar ciertos fármacos. Y es que una de cada cinco visitas a la unidad de Alergología de los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria, es decir, un millar de las 5.000 atendidas al año están relacionadas con las alergias farmacológicas. Así lo detalla el responsable de Alergología de Lleida, Lluís Marquès, que apunta que los especialistas del área efectúan 700 pruebas anuales de alergias a medicamentos y alrededor de un 20% son positivas.
A diferencia de otras patologías, el hecho de desarrollar una alergia farmacológica no se asocia a determinados hábitos de vida, sino a la capacidad de reacción del cuerpo humano, que puede variar a lo largo de la vida, y es difícil de predecir y prevenir. Marquès explica que la mayoría de las reacciones alérgicas a medicamentos son leves, aunque algunas derivan en cuadros muy graves que pueden poner en peligro la vida del paciente. “Es lo que conocemos como shocks anafilácticos. Este año hemos registrado 25 casos en Lleida. El paciente presenta una reacción muy fuerte a un medicamento concreto, sufre mucha inflamación (angioedema), se asfixia y pierde el conocimiento”, detalla. Estos casos más graves son registrados en una base de datos de la Sociedad Catalana de Alergología e Inmunología Clínica para conocer la frecuencia y características clínicas de las reacciones alérgicas graves.
Los antibióticos (sobre todo con penicilina) y los antiinflamatorios son los que causan más alergias farmacológicas. Y, respecto a las reacciones, las erupciones cutáneas (ya sea en forma de urticaria o manchas tipo sarampión) y los angioedemas (hinchazón de cara, lengua o glotis, sobre todo) son las más habituales.
El pediatra o el médico de cabecera es el profesional que deriva a la consulta del alergólogo un paciente con posible caso de alergia a medicamentos. El especialista suele realizar dos tipos de prueba para confirmar o descartar las sospechas: una prueba cutánea, superficial o intracutánea; o, si esta no es posible (como sucede con los antiinflamatorios), se da al paciente dosis controladas del medicamento sospechoso.
Técnicas de desensibilización para seguir con la quimioterapia Una persona puede desarrollar alergia a un medicamento en cualquier momento de su vida y, de hecho, es posible que hubiera tomado con anterioridad este fármaco sin sufrir ninguna reacción. Es el caso de pacientes oncológicos que reciben quimioterapia y desarrollan una alergia a algún componente durante el tratamiento. “En estos casos optamos por aplicar un protocolo de desensiblización, ya que la quimioterapia es la única alternativa terapéutica para salvarle la vida”, explica Marquès. Esta técnica consiste en administrar dosis progresivas de un fármaco hasta alcanzar la dosis terapéutica para que el paciente pueda recibir de nuevo el tratamiento oncológico. La desensibilización también se aplica a mujeres embarazadas con sífilis y alérgicas a la penicilina para evitar que la enfermedad infecciosa sea transmitida al feto.