Los pisos grandes copan la demanda

Los pisos grandes, preferiblemente de cuatro habitaciones y de más de 80 metros cuadrados, copan la demanda en el mercado inmobiliario de Lleida. Así lo indicó ayer Josep Maria Esteve, presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), en el estreno del cuarto salón inmobiliario que se celebrará hasta mañana en La Llotja. “La gente viene con las ideas bastante claras de lo que quiere, buscan sobre todo obra nueva. El perfil del potencial comprador son parejas jóvenes que quieren adquirir su primera vivienda o inversores que quieren realquilarla”, detalló. Es el caso de Montse y Santi, una pareja leridana que ayer se acercó al certamen para acabar de tomar la decisión y hacer su primera inversión. “Hace mucho tiempo que miramos, ahora estamos de alquiler y queremos tener nuestro propio piso, de cuatro habitaciones”, detallan. Por su parte, Laura está “buscando sin prisa” una oportunidad inmobiliaria como inversión de futuro, para poner un piso en alquiler y obtener unos ingresos extras. Entre los 14 expositores presentes en el salón, se ofrecen 1.500 viviendas, 180 de nueva promoción, así como fincas y pisos de alquiler.

El precio continúa siendo un factor clave a la hora de adquirir un inmueble, a pesar de que el sector empieza a ver la luz. “La gente evita hipotecarse en exceso y los bancos limitan los créditos al 80% de la hipoteca, por lo que los compradores deben disponer de importantes cantidades en efectivo para la entrada”, explica Amalia Ortega, de Finques Planes, que señala que los potenciales compradores de segunda mano sitúan en los 100.000 euros su tope.

“El alquiler nos mantuvo vivos durante los años de la crisis” Los profesionales del sector afirman que el alquiler “nos mantuvo vivos” durante la crisis inmobiliaria y llegó a representar el sesenta o incluso el setenta por ciento de las operaciones que cerraban. Así lo manifiesta el presidente de los API, Josep Maria Esteve, aunque ahora comienza a despertar el interés por la compra. Asimismo, a raíz de la inestabilidad política en Catalunya, muchas inmobiliarias constatan como las transacciones han quedado en stand by.