A prisión por lanzar y clavar una navaja por la espalda a un hombre

La Audiencia de Lleida ha condenado a dos años y medio de prisión a un hombre que lanzó una navaja a otro por la espalda, hechos por los que aumenta en seis meses la pena impuesta en primera instancia por el Juzgado de lo Penal al entender que la agresión podría haber sido mortal. De esta forma, admite el recurso de la víctima, que solicitó una pena mayor a los dos años de prisión, y rechaza el del acusado al dudar de su versión de los hechos.

La Audiencia da plena credibilidad al testimonio de la víctima, que explicó que los hechos ocurrieron en agosto de 2015 cuando fue sorprendido por el acusado en su casa con la pareja sentimental de este. Ambos empezaron una discusión y el agredido intentó huir, momento en el cual el acusado le lanzó una navaja que clavó en la espalda de la víctima, causándole lesiones por las que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

En el juicio, la mujer señaló que la agresión se produjo porque el denunciante la estaba atacando, llegando incluso a decir que intentó violarla. Ante la falta de credibilidad, la jueza le advirtió de las contradicciones y abrió diligencias por un posible delito de falso testimonio. En este sentido, la Audiencia recuerda que la víctima mantuvo su relato en todo momento, explicando durante su traslado en ambulancia al Arnau que había quedado con una chica para mantener relaciones sexuales, pero que les había sorprendido su novio, quien finalmente le lanzó la navaja al intenter huir de la vivienda. Según su declaración, el acusado le exigió que pagara a la mujer, pero la víctima se negó alegando que no había hecho nada. En ese momento, se produjo la agresión que acabó con la víctima con una navaja clavada en la espalda.

Por estos hechos, el Juzgado de lo Penal condenó al acusado a dos años de prisión por un delito de lesiones agravadas con instrumento peligroso y le impuso la pena mínima al no tener antecedentes. Sin embargo, la Audiencia señala que las consecuencias de la agresión podrían haber sido mortales y eleva a dos años y seis meses de prisión la condena. Asimismo, le impone el pago de una indemnización de 9.600 euros para la víctima por las secuelas de las heridas. La sentencia es firme.