Confusión vecinal por el plan para rehacer los bloques Ramiro Ledesma

Unos 200 vecinos de los bloques Mariola (antes Ramiro Ledesma), abarrotaron ayer una sala del centro cívico del barrio para tener información directa, por primera vez, sobre el plan urbanístico denominado Mariola 20.000 que la Paeria ya anunció públicamente y que apuesta por derribar estos edificios en un plazo de 8 o 10 años y construir nuevas viviendas, además de crear parques y comercios en la zona. Querían aclarar cuestiones como, por ejemplo, si les comprarán el piso en el que viven ahora, dónde irán cuando los tiren y mientras se construyen los nuevos y si deberán pagar por su nuevo hogar. El teniente de alcalde Fèlix Larrosa dijo que por el momento no puede responder estas preguntas porque todavía están en la fase de diagnóstico de los pisos, para aclarar su titularidad, y el censo de residentes, para después “avanzar entre todos en el modelo de barrio que queremos que se genere”. Señaló que organizaron esta “primera reunión para tranquilizar a la gente, porque creen que empezaremos mañana y eso no es así”, y aseguró que “nadie se quedará en la calle, ni los propietarios ni los inquilinos”. Explicó que “de los 254 pisos estudiados en una primera fase (en total hay 468), el 34% están vacíos” y apuntó que “si pudiéramos incorporarlos al parque municipal de vivienda, sería una forma de avanzar”. De hecho, ve imprescindible llegar a acuerdos con los vecinos para poder llevar adelante el proyecto.

Larrosa indicó que pondrán en marcha una oficina de gestión del plan, formada por personal de servicios a las personas, urbanismo y servicios jurídicos, para atender a todos los vecinos que tengan consultas. Asimismo, anunció que a partir de enero iniciarán una proceso de participación y talleres de trabajo para recabar propuestas sobre cómo deben las nuevas viviendas, equipamientos comunitarios y espacios verdes. Por ejemplo, “una posibilidad es incorporar un espacio de culto en la remodelación de los bloques”. Incidió en que “la ecuación económica se analizará caso por caso” y subrayó que “hace falta un consenso generalizado de los vecinos, que han de decidir cómo quieren que sea el barrio”. “Se avanzará por fases cuando tengamos cerrado el equilibro desde el punto de vista urbanístico, económico y jurídico”, remarcó.