Riego, prohibición de obras que causen polvo y más buses si la contaminación se dispara

El protocolo de actuación de la Paeria en episodios de contaminación atmosférica en la ciudad determina, en casos muy graves de concentración de dióxido de nitrógeno (NO2), incluso la restricción de la circulación de los vehículos más contaminantes y del aparcamiento regulado en la calzada. Esta medida está prevista en el caso de que se llegue de forma sostenida a 200 microgramos por metro cúbico de NO2, el límite recomendado, pero el teniente de alcalde Fèlix Larrosa consideró que es “prácticamente imposible” que se dé esta situación en Lleida, al contrario que en grandes urbes como Barcelona. Indicó que las medias mensuales y anuales de la ciudad ofrecen una “situación de confort”. Ayer, por ejemplo, el pico más alto fue de 64 microgramos por m³ y el pasado 21 de noviembre, uno de los días con más contaminación, fue de 158. El documento establece que con 160 el departamento de salud pública y servicios sociales advertiría a la población de riesgo y reforzaría el transporte público.

En cuanto a la contaminación por partículas de metal en el aire (PM10), el protocolo prevé también advertir a la población de riesgo si hay un aviso preventivo de concentraciones de 50 microgramos, el máximo recomendado. En esos casos también está previsto regar con agua parques y plazas no asfaltadas y aumentar el riego en las calles, así como restringir el uso de máquinas sopladoras para la limpieza de espacios públicos y los permisos de obras y actividades que levanten polvo. Si las partículas de metal se mantienen a 50 durante más de 3 días seguidos y se da un episodio de 80, se prohibirán estas últimas actividades. El 21 de noviembre, Lleida se situó en el tercer lugar del ranking de capitales con mayor contaminación por PM10 en el aire con picos de 97 microgramos por metro cúbico.