MEMORIA HISTÓRICA VÍCTIMAS
El Govern entrega la anulación de 71 consejos de guerra franquistas
Son certificados recogidos en mano por leridanos y hay más peticiones telemáticas || Antonio Chacón: “Estuve 5 meses en prisión por manifestarme el 1 de mayo”
Antonio Chacón muestra los certificados de anulación del juicio político contra él y su mujer.
Los servicios territoriales de Justicia en Lleida ya han entregado hasta la fecha un total de 71 certificados de anulación de los consejos de guerra que se celebraron durante el franquismo y que el Parlament declaró nulos el pasado mes de julio. Una cifra que se prevé mucho mayor ya que son muchos los ciudadanos de Ponent que sufrieron la represión que han solicitado recibir el certificado de reparación por correo electrónico o por teléfono. Se calcula que en las comarcas leridanas se represalió a más de 10.000 personas, de las que cerca de 400 fueron fusiladas tras ser sometidas a un juicio “sumarísimo”.
Antonio Chacón, vecino de Lleida, fue uno de estos represaliados. Durante el franquismo, fue arrestado siete veces y desterrado otras dos. Por manifestarse el 1 de mayo de 1969 en Lleida estuvo en prisión cinco meses. Una protesta por la que también acabó encarcelada su mujer. Ahora, casi medio siglo después, el Govern le ha entregado un certificado que anula el consejo de guerra al que fueron sometidos él y su mujer, Catalina Maestre. Ambos fueron acusados de agresión, insultos y resistencia a fuerza armada.
Antonio y su mujer fueron encarcelados y dejaron a dos hijos pequeños a cargo de compañeros y amigos
“Cuando empezó la manifestación, dijimos que protestaríamos si detenían a algún compañero. Y lo hicieron. Yo defendí a mi mujer y nos detuvieron”, explica Antonio, de 85 años, a SEGRE. Dejaban fuera a dos hijos, de 6 y 12 años, de los que se hicieron cargo compañeros del sindicato CCOO. “Ellos les llevaban al colegio y los traían a la cárcel a vernos, hasta que liberaron a mi mujer a los dos meses”, señala. En total detuvieron a 14 personas en esa manifestación. “Cuando nos llevaban esposados en medio de la calle, un policía me dio un porrazo en la cabeza. Solo entramos en prisión mi mujer, otro compañero y yo. Durante la manifestación, el gobernador decía ‘pegad sin compasión’ a los agentes”, relata. Aún recuerda con un sentimiento amargo el traslado a la cárcel: “Me llevaban esposado y todos los funcionarios me miraban como si me fueran a fusilar”. Antonio quiere contar su historia para que no se olvide el sacrificio de muchos para lograr una democracia. “Yo puedo contarlo, pero muchos otros fueron fusilados. No puedes olvidar que el árbol que te da sombra lo plantó antes otro”, afirma.
