TRIBUNALES SENTENCIA
Absuelven a un pastelero acusado de destrozar un local que alquiló
Fiscalía y acusación pedían que fuera condenado a pagar más de 80.000 € por un delito de daños || La Audiencia estima que los desperfectos no fueron intencionados
La Audiencia de Lleida ha absuelto al pastelero Jordi Pons Dilla, que fue juzgado tras ser acusado de destrozar un local que tenía alquilado desde el año 2004 en la calle Príncep de Viana de la capital del Segrià. La Fiscalía y la acusación particular solicitaban que fuera condenado por un delito de daños a pagar una multa de más de 10.000 euros y a indemnizar a la empresa querellante con 71.272 euros. El tribunal ratificó recientemente la sentencia absolutoria del juzgado de lo Penal número 3 de Lleida, en un juicio que tuvo lugar hace un año.
El caso se remonta al año 2014 cuando los propietarios del local instaron un procedimiento de desahucio ante el impago del alquiler y por el que se acordó el desalojo judicial. Los querellantes aseguraron que se tuvieron que restituir numerosos desperfectos que ascendían a 71.272 euros. El acusado reconoció en la vista oral el impago de rentas y explicó que la fecha de desahucio era el 2 de julio de 2014 pero que el 20 de mayo recibieron una llamada del juzgado comunicándoles que ser produciría el 26 de mayo. El pastelero, ante esta situación, solicitó formalmente un aplazamiento “para dejar en correctas condiciones la restitución del inmueble”, según consta en las sentencias, en las que se añade que “incluso pidió a la propietaria, tras practicarse el lanzamiento, que le dieran la posibilidad de efectuar labores de limpieza o de reparación pero que esta lo negó”.
El empresario pidió reparar los desperfectos pero los propietarios no accedieron, según las sentencias
Tanto la jueza como ahora el tribunal, determinan que “los desperfectos que constan serían compatibles con la versión ofrecida por el acusado”. Por todo ello, consideran que “ni de los daños en sí ni de las pruebas testificales practicadas se puede inferir que el acusado tuviera intención de dañar y no de llevarse el mobiliario que previamente había instalado”. La Audiencia, tras al fallo al recurso presentado por Fiscalía y la acusación, recuerda que la resolución es firme y no se puede recurrir.
“Es un caso de mobbing inmobiliario”, dice su abogado El abogado del pastelero Jordi Pons, Xavier Prats, aseguró que “estamos ante un caso de mobbing inmobiliario surgido a raíz de las desavenencias entre los propietarios y mi cliente”. Prats añadió que “la querella era una represalia a esta problemática”. Por último, Prats añadió que “era una acusación muy grave y hemos demostrado que mi cliente no destrozó el local sino que desmontó lo que era suyo e incluso pidió repararlo”.