Insultos que salen caros

Insultar a otra persona es una acción totalmente reprobable. Además, en ocasiones esta falta de educación también puede salir cara para el bolsillo. Este es lo que les ha sucedido a cinco personas (todos hombres) a los que la Paeria ha multado con entre 250 y 350 euros por insultar a agentes de la Policía Local. Todos ellos increparon a los urbanos cuando eran sancionados por alguna infracción de tráfico o bien tras haber protagonizado un incidente en la vía pública.

Uno de los casos más curiosos es el de un hombre que empezó a increpar al agente que se encontraba en la puerta de entrada del cuartel tras haber sido citado en el mismo para declarar por unas diligencias por amenazas. “Me tenéis harto, siempre igual tocando los cojones […] jodiendo a la gente y ahora os reís en mi cara”, le espetó, según consta en el expediente, que también detalla que se comportaba de manera agresiva y que hizo caso omiso a las advertencias de que si persistía en esta actitud podía acabar siendo multado. El resultado: una sanción de 250 euros.

Es el mismo importe con el que fue multado un conductor por, entre otras “lindezas”, decirle “me cago en tu puta madre y en todos tus muertos, vas a venir ahora a tocarme los huevos” a un agente. Lo dijo mientras era sancionado por haber estacionado su vehículo delante de un vado.

También recibió este castigo pecuniario otro conductor que había aparcado en doble fila. “Soy boxeador y cuando os vea por la calle sin uniforme os voy a dar de hostias”, les amenazó, según figura en el expediente.

El que recibió una sanción mayor, de 350 euros, llamó “perros hijos de puta”, entre otros insultos, a los agentes de la Guardia Urbana que acudieron a contenerle después de protagonizar un incidente en la calle. En este caso, era reincidente.

Este tipo de sanciones se aplican en virtud de la ley de protección de seguridad ciudadana, que tipifica como infracción leve “las faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción penal”.

Las multas que la misma ley estipula para este tipo de infracciones son de entre un mínimo de cien euros y un máximo de seiscientos. Fuentes de la Guardia Urbana indicaron que este tipo de sanciones no son muy frecuentes, pero sí que acostumbran a imponer varias a lo largo del año.