COMERCIO ESTABLECIMIENTOS
Uno de cada cuatro bares de la capital está regentado por ciudadanos chinos
Tienen más de 130, cuando los miembros de esta comunidad son solo un millar
Los ciudadanos chinos ya regentan uno de cada cuatro bares de la capital una década después de que comenzaran a introducirse con fuerza en este sector. La gran mayoría se han convertido en titulares de sus establecimientos mediante un traspaso y algunos de ellos hacen pedidos conjuntos para abaratar costes.
Alrededor de uno de cada cuatro bares de Lleida ciudad está regentado por ciudadanos chinos, un porcentaje que se ha disparado durante la última década y todo apunta a que irá a más. Según ha podido saber este diario, al menos 135 bares son propiedad de ciudadanos chinos, la mayoría de ellos después de que sus antiguos propietarios se jubilasen y traspasaran el negocio. Esta cifra es muy elevada teniendo en cuenta que el pasado año solo había 1.089 chinos empadronados en la ciudad y que aparte de bares también se cuentan por decenas los restaurantes y bazares gestionados por esta comunidad. La mayoría de estos nuevos “barmans” lleva años aquí , pero poco tiempo detrás de la barra. “Antes trabajaba en una tienda, pero por la crisis nos echaron y buscamos otras vías. Nos dijeron que los bares eran una buena solución y aquí seguimos, aguantando, pero mejor que antes”, dice Xiaoyon Zhang, que regenta el bar Quim en el barrio de Cappont.
“En general, somos muy inquietos y nos gusta emprender cuando llevamos unos años parados”, dice Few Wei Zheng, presidente de la Asociación de Paisanos Chinos en Lleida, una entidad nacida hace apenas cuatro meses y que ya tiene más de 150 socios. “Trabajamos muchas horas y nos gusta centrarnos diariamente en nuestro negocio, por eso la mayoría de nosotros no estamos de alquiler, pedimos el traspaso para poder tenerlo en propiedad”, dice Zheng. Recalcan que quieren integrar a los bares y establecimientos chinos en la ciudad y por eso están empezando a colaborar en varias iniciativas tanto con el ayuntamiento como con la Federación de Hostelería. “Al fin y al cabo, nuestra asociación quiere promocionar nuestra cultura y crecer juntos con la ciudad”, subraya, a la vez que reconoce que muchos bares regentados por ciudadanos chinos hacen piña entre ellos. “No es habitual, pero algunos hacen pedidos conjuntos a las empresas de distribución, supongo que así les sale más barato y se relacionan entre ellos”. Algunas distribuidoras locales se quejan de que esta práctica ha hecho bajar su negocio y consideran que estos bares compran productos de menos calidad.