Una edil de Unió deja grupo del PDeCAT para ser concejala de Educación de Ros

La edil Rosa Mari Salmeron abandonó ayer el grupo del PDeCAT en la Paeria para pasar a ser concejala no adscrita y entrar en el gobierno del PSC asumiendo el área de Educación. Se presentó en la lista de CiU por la extinta Unió y ahora milita en Units per Avançar, partido que ayer firmó un pacto de gobierno con los socialistas hasta 2019.

La concejala Rosa Mari Salmeron protagonizó ayer un cambio de filas ‘exprés’ en la Paeria. Dejó el grupo del PDeCAT para ser edil no adscrita y se incorpora al gobierno del PSC como responsable de Educación, área que depende de la teniente de alcalde Montse Parra. Salmeron, que se presentó por Unió en la lista de CiU, milita en Units per Avançar (heredera de Unió), formación que ayer firmó un pacto de gobierno con el PSC para lo que queda de mandato (hasta 2019), a la estela del acuerdo al que llegaron ambos partidos para las elecciones al Parlament. Salmeron justificó su decisión por “coherencia” al no estar cómoda con el postura del PDeCAT con el procés y dijo que votó “a regañadientes” en mociones en defensa de la independencia. El PDeCAT se queda con 5 ediles y el PSC pasa a 9 y sigue en minoría, pero ya no requerirá el apoyo de Cs y PP para llegar a 14 y ganar votaciones, ya que bastará con que el segundo se abstenga.

Esta la primera vez que un concejal cambia de bando en la Paeria desde 1989, cuando Manuel Arbonés y Josep Antorn facilitaron que Siurana arrebatara la alcaldía a Oronich con una moción de censura. En 2009, Ismael Zapater dejó el PP y fue edil no adscrito, al igual que Jaume Barnola en 1991. El alcalde, Àngel Ros, negó que la incorporación de Salmerón sea transfuguismo y circunscribió el pacto con Units per Avançar al gobierno actual, no a las próximas municipales. Salmeron dijo que da el paso ahora para no desestabilizar al PDeCAT al ser ya Toni Postius alcaldable.

Respecto al pacto de gobierno, Ros defendió que quieren “el máximo autogobierno para Catalunya” y el líder de Units per Avançar, Ramon Espadaler, dijo que si en algún momento hay discrepancias las gestionarán “con normalidad”. Todos, también Salmeron, defendieron la inmersión lingüística en catalán ante la intención del Estado de acabar con ella.

Postius la acusa de tránsfuga y traidora

El presidente del grupo del PDeCAT, Toni Postius, acusó a Rosa Mari Salmeron de “transfuguismo” y le pidió que renuncie a su acta de concejal “por coherencia y congruencia” y por “respeto a los 9.000 leridanos que votaron la lista de CiU (siglas por las que se presentaron), que ahora se pueden sentir traicionados”. Asegura que conoció de la decisión de Salmeron la noche del domingo y recordó que desde el PDeCAT había sido muy crítica con el PSC sobre todo en cuestiones económicas, “e incluso votó a favor de reprobar el gobierno y de pedir la dimisión de Ros”. Asimismo, acusó al alcalde, Àngel Ros, de “haber intentado durante tres años romper el grupo” haciendo “propuestas deshonestas” a ediles de la antigua Unió ya en 2015. Uno de ellos (él unico que queda ahora) es Paco Cerdà, que ayer reveló que a principios del mandato recibió una oferta del PSC para entrar en el gobierno municipal, que rehusó por “coherencia con mis compañeros de grupo y la gente que nos votó y porque “algún día me iré y no quiero que me quede en sambenito de haber cambiado de chaqueta”. Postius dijo que “es una muestra de vieja política (de Ros)” y afirmó que intenta “arreglar en los despachos lo que fue incapaz de ganar en las urnas”.

Crida, ERC y Comú ven un giro a la derecha y transfuguismo Sobre la incorporación de Salmeron al gobierno socialista, la Crida opinó que “Ros escora aún más su modelo de ciudad hacia la derecha, una mala noticia para Lleida, y lo hace apelando a lo peor de la política, el transfuguismo”. También cree que Salmeron debería haber renunciado a su acta de edil. ERC indicó que “la captación de una tránsfuga por parte de Ros debería repugnar a cualquier demócrata”. El Comú afirma que les da “vergüenza ver cómo el alcalde de todos los ciudadanos negocia transfuguismos a cambio de sueldos”. Ediles del PSC como Mínguez negaron transfuguismo al ser Convergència y Unió partidos extintos.