ENTREVISTA INVESTIGACIÓN
«Tenemos que ‘vendernos’ para lograr fondos, también privados»
Agrotecnio engloba a catorce grupos de investigación del sector agroalimentario de la UdL, algunos punteros en el mundo, y aspira a consolidarse como un centro de referencia con personalidad administrativa propia e incorporando a investigadores de fuera de gran prestigio. Ese es el reto del nuevo director, Ignasi Romagosa, que afronta su mandato de cuatro años con la intención de “vender” Agrotecnio, darle una visibilidad de acuerdo con su potencial y buscar fondos tanto en el sector público como en el privado.
¿Cómo encara la dirección de Agrotecnio después de que el anterior director dimitiera?
Partiendo del agradecimiento de los que nos han llevado hasta aquí. Paul Christou fue capital para formar Agrotecnio. Después, lo cogestionaron tres personas y es una lástima que ninguno de ellos se lanzara a ser director. En el ranking Shangai, la UdL es la 40 del mundo en ciencia y tecnología de los alimentos y está entre la 100 y la 150 en agricultura. Agrotecnio es un instrumento muy potente para hacer investigación de alto nivel y el reto es consolidarlo y darle visibilidad. Es la institución catalana con más grupos de investigación reconocidos por la Generalitat en el ámbito agroalimentario. Hay que seguir con la investigación en toda la cadena alimentaria.
Costó que la Generalitat evaluara Agrotecnio como centro CERCA.
Yo no estaba cuando se plantearon problemas de evaluación. Se hizo una primera evalución externa hace tres años y a final de año toca otra. En la primera, el centro quedó muy bien y nos recomendaron cosas, como traer gente de fuera, pero para eso se necesita dinero. Son importantes las evaluaciones para tener fuerza y pedir a CERCA que nos dé financiación, que estamos pendientes de recibir.
Así, lograr financiación es el reto.
La UdL se porta muy bien y nos da un mínimo para sobrevivir, pero si queremos dar un paso adelante necesitamos fondos y los hemos de buscar. En el departamento de Agricultura, en la institución CERCA...
¿Y en el sector privado?
Tengo una sana envidia cuando en el IRBLleida veo las placas de entidades colaboradoras. Eso lo tenemos que hacer. Me gustaría que la gente de Lleida se diera cuenta de que Agrotecnio es importante para todos. Hace 15 años, Lleida no existía en el mapa de la biología molecular y la biotecnología y ahora sí. Me gustaría esta mentalidad para apoyar a Agrotecnio.
¿La aplicación del artículo 155 ha afectado al centro?
Entiendo que sí, pero no sé los detalles. Al ser un centro pequeño habrá afectado menos. Hubo una carta de todos los centros CERCA protestando por la situación económica derivada de la situación política.
¿Notan una recuperación tras los recortes en investigación?
Para la investigación ‘normal’, los grupos son suficientemente potentes para asegurar su funcionamiento. En las convocatorias, la tasa de éxito es muy alta. Pero lo que estos proyectos no pagan la contratación de nuevos profesionales de fuera o unos servicios administrativos propios. Para eso se necesitan otros fondos. Mas-Colell dice que con la crisis solo dos países han bajado la contribución económica a la investigación: Finlandia y España. Estábamos mucho mejor hace 10 años.
¿Cómo pueden atraer a investigadores de fuera?
Mas-Colell creó la Institució Catalana de Recerca Avançada (ICREA), que cada año concede contratos y se han reducido. En Lleida tenemos dos investigadores ICREA, Paul Christou y Gustavo Slafer, que son los números uno en sus ámbitos. El problema es que cuesta traer a gente a Lleida, hay que competir con Barcelona. Una cosa que frena es que no hay una escuela en inglés. Tenemos que intentar traer a personas de alto nivel mundial. Y a nivel estatal, están los contratos Ramon y Cajal. Tenemos que “vendernos”.
¿Qué puede ofrecer Agrotecnio?
Tenemos dos grupos de muy alto nivel, pero hay catorce, todos buenos. Se tienen que dar las circunstancias adecuadas. Por ejemplo, Slafer se dio cuenta de que su investigación solo podía hacerla aquí. Agrotecnio tiene líneas de biología molecular, bioquímica, campo, productos, y con el IRBLleida queremos trabajar la alimentación-nutrición-salud. Las sinergias pueden ser muy interesantes, también con el IRTA o centros de Barcelona.
¿Y otras líneas de investigación?
La idea sería traer o crear líneas de investigación nuevas que añadan valor. Encontrar “agujeros” que pueden beneficiar a todos. Estamos hablando con grupos. Serían interesantes temas de genómica o bioinformática.
La carrera científica es difícil.
Un investigador tiene que irse fuera para aprender, y luego volver. Esos pueden ser candidatos a venir. Intantar lanzarles un anzuelo, pero las convocatorias son muy competitivas. No solo hay que tener un candidato que quiera venir, sino que sea muy bueno. En la UdL, como no viene tanta gente, hay más garantía de continuidad. Sería un fracaso colectivo si en unos años no viene más gente buena a Lleida a seguir la labor de los que se irán, porque se jubilarán.Hay que asegurar que en diez años sea un centro aún más de referencia y darle una personalidad más propia a nivel de administración.