HISTORIA BARRIOS
Un barrio que espera la piqueta
Los bloques Ramiro Ledesma, estrenados en 1957, han sufrido una gran degradación en los últimos años y la Paeria planea su derribo progresivo para construir nuevos pisos || Los vecinos del barrio creen que el cierre del cuartel militar de Gardeny supuso el inicio de su declive
La entrega de llaves de la primera promoción fue en 1957 y la segunda en 1960. Estos pisos, que como mucho tenían 45m², se concedieron a familias jóvenes con hijos.
“Todos éramos una familia, los niños jugaban dejando las puertas abiertas, fue una época muy feliz”, relata una vecina que entró a vivir en la primera fase y que todavía sigue en el mismo piso. “Tenía siete años cuando vine junto a mis cuatro hermanos y mis padres en un piso de 36m² con tres habitaciones”. Otra vecina llegó junto a su marido en la segunda fase. Eran una de las muchas parejas que empezaron una nueva vida en un barrio con mucha actividad. Sin embargo, los 45m² se quedaron pequeños y en el 2000 se mudaron. “Salió la oportunidad de adquirir otra vivienda más grande en el barrio y lo hicimos”. De hecho, a partir de 1996 fueron muchas familias las que empezaron a irse de los bloques. El presidente de la asociación de vecinos de la Mariola, Víctor Ruiz, que vivió allí su infancia, explicó que cuando el Ejército abandonó ese año el cuartel de Gardeny, sus empleados -muchos de los cuales vivían con sus familias en estos bloques- fueron destinados a otros lugares de España “y con ellas se fueron muchos de mis amigos”. Además, muchas otras optaron por irse a otros pisos más grandes y “como en la Mariola no había construcción de nuevas viviendas, la mayoría se fueron a Balàfia o Pardinyes”, señala. Este cúmulo de situaciones hizo que el barrio perdiera actividad y, como consecuencia, cerraron muchos comercios, además del mercado de la calle Venus. “Ahora solo hay tres carnicerías, antes había muchas”, dice.
Parte de los pisos de los que se fueron sus inquilinos de toda la vida fueron revendidos a familias con pocos recursos, muchas de las cuales fueron desahuciadas tras el estallido de la crisis. Entonces, proliferaron las okupaciones y numerosas viviendas fueron desvalijadas. En este sentido, una de las vecinas que actualmente vive allí aseguró que no quiere irse, “pero no descarto hacerlo, ya que no se puede vivir aquí”.
Otro suceso que marcó el barrio fue la explosión de gas del 2 de febrero de 2005, cuando dos escaleras del bloque D volaron por los aires, causando la muerte a tres personas y destruyendo 16 pisos. “Recordar aquello es doloroso”, relata una vecina del bloque. A pesar de todo, “o recuperamos el barrio o irá a peor”, afirma Ruiz. Considera que simplemente hay que reactivarlo y que vuelva a ser lo de antes: con más comercios, más alquiler social, que regrese el mercadillo del Camp d’Esports a la Mariola y también el mercado de la calle Venus. Ahora, los vecinos esperan que el plan Mariola 20.000 posibilite que el barrio vuelva a ser lo que era.
1957. Entrega de llaves del bloque E. Entre 1946 y 1957 el barrio de la Mariola empezó a crecer con trabajadores llegados de muchas partes del Estado para buscar un futuro mejor. Muchas de las familias jóvenes que llegaron entraron a vivir en los pisos de la primer fase de los bloques Ramiro Ledesma, cuyas llaves se entregaron en 1957.
1960. Segunda fase. En 1960, se llevó a cabo la entrega de llaves de la segunda promoción de los bloques, en la foto, el I.
2018. Nuevo plan. Después de 60 años, la Paeria planea derribar estos pisos ante su deterioro para dar paso a otros nuevos