Desprendimiento en la muralla de la Seu Vella

Parte de la muralla del Turó de la Seu Vella entre los baluartes de Louvigny y del Rei ha sufrido desprendimientos de consideración. Decenas de piedras, algunas de grandes dimensiones, han caído sobre un camino que se encuentra a la derecha del ascensor del parque de Santa Cecília, cuyo acceso está cerrado al público. El director del consorcio del Turó, Joan Baigol, explicó que el desprendimiento es reciente, puesto que cada semana revisan las murallas, y añadió que ayer mismo un arquitecto inspeccionó el tramo afectado, que será reparado cuanto antes. Apuntó que precisamente este punto es el que se encuentra en peores condiciones de conservación, razón por la cual desde hace tiempo su acceso está cortado por seguridad, aunque no es extraño que algunas personas ignoren la valla que impide el paso y circulen por la zona. Por ello, Baigol indicó que instalarán una valla más elevada y un cartel que especifique que el paso está prohibido. Muestra de que la valla actual no disuade de acceder al camino son las pintadas que se aprecian en una zona próxima a la del desprendimiento

En marzo del año pasado, también cayeron piedras de la muralla, en ese caso del tramo situado debajo de la Llengua de Serp, y los trabajos de reparación comportaron una inversión de cien mil euros. En noviembre se reabrió el camino de ronda de la Seu Vella, después de haber saneado la muralla de la Llengua de Serp, la Punta del Diamant y la zona del camino junto al baluarte Louvigny.

Un arquitecto inspeccionó ayer el tramo de muralla afectado, que será reparado cuanto antes

Por otra parte, el director del consorcio afirmó que a mediados de abril resolverán el concurso para adjudicar la renovación del sistema de seguridad del Turó, que prevé la instalación de cámaras de videovigilancia en en la nave central de la Seu Vella, la Canonja y la Suda, así como en la plaza de la Sardana, el parking de tierra, el Castell del Rei, la Porta dels Fillols, el baluarte de la Mitja Lluna y la Llengua de Serp. Otra de las acciones programadas para intentar poner fin a los actos vandálicos que sufre periódicamente el parque de Santa Cecília es sustituir por chapas metálicas los cristales que todavía quedan en la estructura del acceso en ascensor y a través de un antiguo túnel defensivo. Además, está previsto instalar una reja que impida el acceso a los restos romanos.