La concesionaria del agua detectó un total de 120 contadores manipulados en 2017

La concesionaria Aigües de Lleida detectó el año pasado un total de 120 fraudes en contadores de agua en la ciudad, una cifra que, según explicó un portavoz de la empresa, no sigue ninguna tendencia al alza o a la baja en los últimos años, sino que es aleatoria en cada ejercicio. La mayoría de los fraudes se dan por manipular el contador, aunque también sucede porque el consumidor no se ha dado de alta del servicio o incluso por poner un empalme con el contador de un vecino, con lo que este último acaba pagando la cuota de las dos viviendas. En estos casos, suele ser el afectado el que da la voz de alerta al recibir facturas por un importe mucho más elevado del que paga habitualmente. Fuentes de la concesionaria explicaron que cuando se detecta un fraude se abre un expediente sancionador al consumidor.

El fraude en los suministros suele más común en la electricidad y, según los últimos datos publicados, la compañía Endesa detectó en 2016 un total de 2.166 conexiones ilegales en toda la provincia, de los que solo un 1% correspondían de familias con pocos recursos.

Además, tal como publicó este diario, Aigües de Lleida cortó el año pasado el suministro por impago a 110 industrias. En cambio, no cortó el agua a ningún particular por no pagar este servicio, igual que en 2016, en virtud de la ley de pobreza energética. La tarifa del agua en la capital lleva tres años congelada, después de haberse triplicado el recibo en la década anterior. La tarifa municipal varía según el consumo (hay cuatro tramos), de modo que la más económica es de 0,5606 €/m³ y la más cara, de 1,2271. A todos los tramos hay que sumarle 13,08 euros de cuota fija. En cuanto al canon de la Generalitat, tiene un precio de 0,4791 €/m³ para el tramo de menor consumo y de 4,4144 para el mayor.

Repone 136 tapas de registro a causa de roturas o sustracciones La red de alcantarillado de la ciudad tiene 334 kilómetros, frente a los 208 de una década atrás. La concesionaria Aigües de Lleida también se encarga de su mantenimiento y para ello efectuó el año pasado 73 inspecciones con cámara y practicó un total de 540 intervenciones de diversa índole. También inspeccionó 24 vertidos en el alcantarillado y tuvo que cambiar 136 registros (las tapas metálicas que se levantan para acceder a la red) a causa de roturas o sustracciones, según datos que la empresa recopiló para la última comisión de seguimiento del servicio. El robo de elementos metálicos de zonas poco concurridas de la vía pública, así como de edificios en desuso, es relativamente habitual. Por otra parte, la estación depuradora, que también gestiona la misma concesionaria, trató en 2017 un total de 20.355.660 metros cúbicos de agua, que suponen entre un mínimo de 44.986 y un máximo 55.619 m³ al día.