Reivindicando libertad en 2018

Reivindicar la libertad de expresión en pleno siglo XXI es triste y desesperante pero, a la vez, más necesario que nunca. Y esto es lo que se hizo ayer en el Museu de Lleida en la mesa redonda “Llibertat d’expressió, censura i política” en la que participaron la periodista Txell Bonet, compañera de Jordi Cuixart, la tuitera Cassandra Vera y la periodista y expolítica socialista Bea Talegón con la periodista de SEGRE Anna Sàez como moderadora. Un acto necesario y lleno de emoción en el que la obra de Santiago Sierra, “Presos políticos en la España contemporánea”, sirvió de fondo para la mesa redonda a la que asistieron 300 personas. “El arte tiene un valor sagrado por lo que provoca y la obra de Sierra tiene su valor en las conciencias que ha removido: ese es su poder”, dijo Bonet. Rechazó asumir el papel de víctima de toda esta situación, recalcando que “ante una situación adversa, lo pero que puedes hacer es victimizarte. No soy nada que no seáis vosotros”, recordó Bonet, que durante el debate recibió la llamada de su compañero desde la cárcel. “Habría puesto el altavoz, pero he decidido autocensurarme”, bromeaba Bonet ante un estruendoso aplauso. Cassandra, que fue condenada y luego absuelta por un tuit sobre Carrero Blanco, dijo que “nunca pensé que unos tuits podían arruinarme la vida. Estamos en un Estado que solo utiliza la represión para callar voces diferentes”. Talegón reconoció que “gracias al independentismo se está viendo lo que es España, llevan mintiéndonos desde 1978 pero poco a poco la cosa va cambiando y la gente está despertando”. Talegón emitió unos audios de Carles Puigdemont y Gabriel Rufián defendiendo la libertad de expresión.