Robótica para futuros docentes

El profesor y responsable de este máster, David Aguilar, explicó que durante muchos años la enseñanza se ha basado en tres ejes: matemáticas, lectura y escritura, pero que “ahora los tiempos han cambiado y hay que complementar la educación con la comunicación, la colaboración, el pensamiento crítico y la creatividad”. Señaló que es fundamental que el sistema educativo amplíe sus conocimientos para resolver problemas “de la vida cotidiana” y “eso se consigue formando a los alumnos para que sean críticos”. La robótica se puede usar como método para desarrollar el STEAM, que engloba la ciencia, la tecnología la ingeniería, las artes y las matemáticas, por sus siglas en inglés, y este es el ámbito en el que se centra el máster.

Aguilar explicó que el trabajo en la robótica consiste, por ejemplo, en construir un coche y que haga un recorrido concreto, ya sea llegando a la meta haciendo el camino más largo o bien el más corto. A través de los retos que se les plantea, los graduados van desarrollando las disciplinas del STEAM. “Esta es la idea, que sepan transmitir a sus futuros alumnos que los problemas no son solo aritméticos, que hay múltiples formas de llegar a un objetivo y la robótica te permite hacerlo”, explicó otra profesora, Maria Ricart.

Un robot puede servir para plantear numerosas cuestiones, la idea es lograr un objetivo de varias formas

Ambos coincidieron en que actualmente el profesorado no tiene la formación necesaria para ello. “Por eso hemos creado este máster”, detalló Aguilar. En el mismo sentido se expresaron dos alumnas, Miriam y Maria, quien dijeron que cuando estaban de prácticas en colegios había material para hacer clases con robots, “pero los docentes no sabían cómo utilizarlos”.

“Los niños aprenden en igualdad de condiciones y cada uno a su manera” El colegio Príncep de Viana usa este curso por primera vez la robótica como método de aprendizaje para conseguir un pensamiento computacional. Los niños van aprendiendo de los errores con paciencia. Su director, Jordi Vidal, explicó que se utiliza en los tres ciclos de Primaria con diferentes grados de dificultad. En el ciclo inicial, potencian la lateralidad, para que aprendan qué es la izquierda y la derecha. Vidal explicó que con un robot, una abeja pequeña, se les plantea a los niños que haga un cierto recorrido, y ellos dan las órdenes “dependiendo de si tiene que ir a la izquierda o a la derecha”. En el ciclo medio y superior el método es similar, construyen el robot y aplican los conocimientos del STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas) para que este cumpla unas órdenes. El colegio no lo tuvo fácil para introducir la robótica en las aulas, y es que el profesorado “tuvo que buscarse la vida” para formarse, señaló. Aun así, destacó que “ha valido la pena”. “Los niños se muestran motivados, contentos, se esfuerzan y, sobre todo, aprenden en igualdad de condiciones”, explicó. El profesor Joan Carles Roman remarcó que para ellos “cada objetivo es un reto y lo logran a su manera”. Es una forma de que cada alumno potencie sus habilidades.