Dos detenidos por robar en un panteón del cementerio de Lleida
Los Mossos arrestaron a los presuntos autores tras vender a trozos parte de una
puerta de forja del departamento de Santa Cecília
Los Mossos d’Esquadra detuvieron el jueves de la semana pasada a dos vecinos de Lleida, un hombre de 39 años y una mujer de 42, como presuntos autores del robo de una puerta de forja de un panteón del cementerio de Lleida. La policía catalana inició el 9 de abril la investigación después de que una chatarrería de la ciudad informara de que varias personas habían intentado vender una pieza de características fúnebres que parecía sustraída. Un día después, certificaron que la pieza había sido vendida en una chatarrería de Torreferrera. Los investigadores se pusieron en contacto con los responsables del cementerio municipal de Lleida y comprobaron que el material vendido se correspondía con parte de una puerta de forja sustraída de un panteón del departamento de Santa Cecília. Dos de los supuestos autores del robo fueron arrestados el pasado 19 de abril acusados de un delito de hurto. La pieza sustraída era de artesanía y tiene un alto valor, según fuentes cercanas al caso. La investigación, que ha contado con la colaboración de la Guardia Urbana, sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Los robos en el cementerio se producen de madrugada y son detectados al día siguiente por personal del cementerio o por familiares de panteones en los que los ladrones se han llevado cruces y otros elementos fúnebres. Fuentes policiales explican a este diario que estos asaltos se registran de forma esporádica. También señalan que en la mayoría de los casos el material sustraído no tiene un valor muy elevado económicamente, pero sí a nivel sentimental. Para investigar estos asaltos se hace un seguimiento de las chatarrerías, a las que a menudo acuden los ladrones para intentar colocar el material sustraído. Esta circunstancia permitió esclarecer policialmente el último caso que ha llegado a juicio por robos en el camposanto leridano. Se trata de una detención que se hizo en 2014 tras sospechar los Mossos que un hombre que hacía trabajos sociales en el cementerio robaba ornamentos, cruces y otros elementos fúnebres. El material fue valorado en 10.000 euros. Un juzgado de lo Penal lo condenó pero, posteriormente, la Audiencia le absolvió por falta de pruebas.