EDUCACIÓN PARO
Huelga estudiantil desigual
Fue mayoritaria en una decena de institutos, mientras que en la UdL no tuvo incidencia al coincidir con su Festa Major || Por la rebaja de tasas universitarias y contra la aplicación del 155
La huelga convocada por el sindicato estudiantil SEPC en toda Catalunya por una educación pública y de calidad y en contra de la aplicación del 155 en Catalunya tuvo un seguimiento desigual en los centros leridanos de Secundaria. Hay que tener en cuenta que la Universitat de Lleida (UdL) celebró ayer su Festa Major y solo había clases hasta las 11.00 horas, de las que de las que se suspendieron dos en la facultad de Educación y cinco en la de Letras.
El seguimiento tuvo más incidencia en los institutos Màrius Torres, Josep Lladonosa, Joan Oró, Gili Gaya, Manuel de Montsuar, Guindàvols y en la Escola del Treball, con entre un 50% y el 80% de los alumnos de segundo ciclo de ESO, Bachillerato y FP. En Mollerussa no tuvo eco, en Cervera la secundaron los alumnos del instituto Antoni Torroja, en Tàrrega los del Manuel de Pedrolo, en Bellpuig los del Lo Pla d’Urgell y en Agramunt algunos del Ribera del Sió.
La Universitat de Girona, la Rovira i Virgili, la UAB y la UB fueron las que secundaron más el paro
El paro tenía varias reivindicaciones: pedir una rebaja del 30% de las tasas universitarias, exigir que los másteres tengan el mismo precio que los grados, el fin de los conciertos con los centros privados, la creación e implantación de protocolos contra violencia machista y comportamientos homofóbicos, que el catalán sea lengua vehicular en las aulas, defender el modelo de la escuela pública y en contra de la aplicación del articulo 155.
En la capital del Segrià, más de un centenar de estudiantes, casi todos de Secundaria, se manifestaron por la mañana desde la plaza Víctor Siurana hasta la de Sant Joan. Durante la marcha se oyeron cánticos en contra de la represión política, a favor de la educación, del colectivo LGTBI y de las mujeres. Cuando pasaron por delante de la Paeria reclamaron la dimisión del alcalde, Àngel Ros, cantaron Els Segadors y pidieron la libertad de los “presos políticos”.
El seguimiento también fue desigual en las universidades públicas catalanas, con un apoyo mayoritario en la Universitat de Girona, la Rovira i Virgili de Tarragona, y facultades de la Autònoma de Barcelona (donde bloquearon algunos de los accesos al campus a primera hora de la mañana) y la de Barcelona. En las otras capitales catalanas también se convocaron marchas.