Cierran dos días la escuela Santa Maria de Gardeny de Lleida tras detectar una plaga de termitas

La escuela Santa Maria de Gardeny, en el barrio de la Mariola, suspendió las clases ayer al mediodía después de que el equipo docente detectara la presencia de una plaga de termitas en los plafones que hay en uno de los pasillos del centro. La dirección del centro se puso en contacto con el departamento de Enseñanza y la Paeria para que activaran el protocolo que existe para este tipo de casos. Una empresa especializada de control de plagas se desplazó ayer a primera hora de la tarde al colegio para fumigar y hacer el correspondiente tratamiento para su desaparición. El centro, que cuenta con 275 alumnos y unos 30 docentes, no abrirá esta mañana y espera poder hacerlo esta tarde.

La directora del Santa Maria de Gardeny, Anna Rubinat, explicó que “lo hemos detectado sobre las 12 del mediodía cuando varios docentes estábamos reunidos en dirección. Han empezado a salir y a volar termitas de los plafones que hay en la zona de despachos”. Rubinat añadió que “rápidamente nos hemos puesto en contacto con Enseñanza y Paeria y se ha activado el protocolo, decretando la suspensión de las clases por precaución”. El horario lectivo del centro es de 9.00 a 13.00 horas y de 15.00 a 17.00 horas. “A la salida del colegio por la mañana hemos explicado a los estudiantes y los padres que venían a recoger a sus hijos que cerrábamos la escuela al menos hasta mañana (por hoy) por la tarde por prevención”. La medida no afectó a los alumnos que se quedan a comer, ya que el comedor está situado en otra zona del centro. Rubinat añadió que “esperamos poder abrir mañana (por hoy) por la tarde”. Hasta que no llegaron los técnicos de control de plagas, la dirección evitó que los alumnos se acercaran a la zona afectada. Años atrás hubo otra plaga de termitas pero “fue menor”, según la directora.

Sorpresa y resignación entre los padres y tiempo de juego para los niños Profesores, personal del centro y hasta la misma directora explicaron personalmente a alumnos y padres la suspensión de las clases ante la aparición de esta plaga de insectos. “Les hemos explicado que no había ningún peligro pero que, al tener que fumigar, teníamos que cerrar el centro durante unas horas para evitar cualquier tipo de riesgo ya que los técnicos utilizan productos que pueden ser tóxicos”. Lo hicieron a las 13.00 horas cuando finalizaron las clases matutinas y lo volvieron a hacer entre 14.30 y 15.00 horas para aquellos progenitores y escolares que desconocían lo sucedido. Los padres acogieron la noticia con sorpresa y resignación mientras que los niños aprovecharon la tarde libre para jugar.