VIVIENDA ARRENDAMIENTOS
El auge de la demanda de alquiler hace que casi no haya viviendas disponibles
Este desequilibrio hace subir los precios y genera listas de espera de interesados
El aumento de la demanda del alquiler ha provocado que casi no haya pisos disponibles en el mercado, especialmente en Lleida ciudad, aunque también en otros municipios de la demarcación. En los últimos diez años, los contratos de alquiler firmados en la provincia se han disparado, pasando de 1.605 a 6.531, y en la capital, de 860 a 2.716.
Alquilar una vivienda en Lleida ciudad y los principales municipios de la provincia se ha convertido en una “misión imposible” para muchos interesados. Los carteles de “se alquila” han desaparecido de las fachadas, mientras las pocas viviendas disponibles para ser arrendadas tienen unos precios altos y poco accesibles. Esta falta de oferta se contrapone con la alta demanda, lo que motiva que las agencias inmobiliarias no puedan satisfacer las peticiones de alquiler. Así lo ratifican empresas del sector como Fincas Esteve, Fincas Financo, Fincas Borrell o Fincas Farré. “La situación del alquiler en Lleida y otras ciudades de la provincia como Balaguer, es que no hay oferta, las viviendas disponibles se han reducido drásticamente mientras que la demanda no ha hecho más que subir en los últimos años”, asegura Jordi Piqué, responsable del área residencial de Fincas Farré, que explica que esta demanda ha provocado que se creen hasta listas de espera para conseguir una vivienda de alquiler. “Actualmente tenemos una cartera de una veintena de pisos en alquiler, pero muchas veces no publicamos las nuevas viviendas que nos llegan porque tenemos una lista de espera de clientes interesados en alquilar”, dice Piqué, que destaca que, en líneas generales un piso de alquiler “no suele durar más de dos semanas en stock”. Una opinión que también comparte el presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Josep Maria Esteve. “La demanda de alquiler ha subido drásticamente en todas las ciudades del Estado. La gente busca antes una vivienda en alquiler que tenerla en propiedad, hecho que provoca que haya escasez, porque pisos en venta hay y muchos, pero en alquiler cada vez se reduce más su número porque los inquilinos no quieren dejarlos”, dice Esteve. Los motivos de esta escasez de viviendas de alquiler es que han cambiado los hábitos y muchas personas prefieren esta opción en lugar de la compra. Para Esteve, “el alquiler se está convirtiendo en una operación a largo plazo cuanto antes era una solución temporal, cada vez lo busca más gente y eso provoca esta escasez de ofertas”. Esta demanda se ha reflejado en el precio: un piso en la capital de dos habitaciones cuesta entre 450 y 500 euros al mes, mientras que por uno de tres o cuatro habitaciones, la cifra sube hasta los 700. Esto hace que en los últimos meses haya empezado a vislumbrarse un cambio de tendencia y sean más los que apuesten por la compra en lugar de por el alquiler. “Hay más mercado, es más rentable y las hipotecas son, en general, más baratas que los alquileres”, sentencia Piqué.
Los locales comerciales son el reverso, ya que su mercado está bajo mínimos
El alquiler de locales comerciales es la otra cara de la moneda. Si en las viviendas hay mucha demanda y poca oferta, con los locales pasa justamente lo contrario. “A excepción de el Eix Comercial, Ricard Viñes y Prat de la Riba, que son los únicos lugares donde parece que hay un repunte, fuera de este ámbito no hay demanda de locales comerciales en la capital”, dice Josep Maria Esteve. Tal es la escasez de demanda que ni siquiera hay un precio de referencia para los locales comerciales de los barrios. “No porque sea una situación mejor o peor o estén en buen o mal estado, es porque no hay interesados”, destaca el responsable de locales comerciales de Fincas Farré, Sergi Ortega. El motivo de esta desertización comercial de la mayoría de barrios se debe a la deslocalización. “Antes un autónomo te ocupaba cualquier local comercial de Pardinyes, Balàfia o Cappont, pero ahora prefiere gastarse 1.000 euros en una nave industrial del polígono. Tanto por rentabilidad económica como por cualquier motivo de índole laboral (ruidos, seguridad, equipamientos) es más rentable ir a los polígonos que a los barrios” recalca Ortega. “Esto ha provocado que, fuera de las zonas de alta actividad comercial, las calles secundarias y los barrios estén muertos, vacíos y sin tiendas, hasta las sucursales bancarias han cerrado sus oficinas en muchas zonas”, destaca Esteve. “La mayoría de las entidades bancarias lo hacen para centralizar sus servicios en una única sede local y hacerlo todo vía Internet”, advierte Ortega.
“Llevo más de un año buscando arrendar un piso, es una locura” Anabel Coyago lleva un año inmersa en una auténtica odisea: encontrar un piso de alquiler asequible en Lleida. Lleva más de un año buscando sin éxito uno que se adapte a sus necesidades y a su presupuesto. “Lo máximo que podemos pagar son 400-450 euros y no encontramos ningún piso de alquiler disponible. Llevo más de un año, y nada, es una locura cómo está la situación en Lleida”. Actualmente Anabel tiene un hijo de cuatro meses, un contrato de trabajo indefinido y le sorprende la poca oferta que hay de pisos de alquiler. “Demanda hay mucha, pero oferta, nada”, concluye.