Vecinos y paradistas critican la falta de parking en el mercadillo de Pardinyes

La falta de aparcamiento en los alrededores de la explanada del Barris Nord, en el barrio de Pardinyes, afecta negativamente a los comerciantes que cada sábado celebran allí el mercadillo. “Cuando vienes a sitios como este tienes que pasear, darte una vuelta y mirar lo que se vende. Ahora, mucha gente viene con prisas porque aparca el coche en doble fila. La falta de aparcamiento es lo peor que tiene este mercadillo”, dice Juan Montero, un comerciante de frutas y verduras de Mollerussa que acude a vender sus productos desde hace más de 35 años. Ha visto crecer, trasladarse y llenarse este mercadillo clásico de la ciudad. “Antes, cuando estábamos cerca del río, venía mucha más gente, pero a los pocos años de trasladarnos aquí la gente dejó de venir porque no había aparcamiento”, cuenta Montero. De la misma manera opina Carme Camins, una payesa que vende en Pardinyes los productos que ella cultiva en Almenar desde 1980. “Hasta hace poco aparcaban en descampados cercanos, pero ahora se llena enseguida, eso hace que no venga gente de otros barrios de Lleida”, explica. “Si tuviera que mejorar algo, el aparcamiento sería lo primero”, concluye. A su vez, Maria Rosa y Josep, dos vecinos de Anselm Clavé, cuentan que les han de dejar con el coche en el mercadillo y volver a casa andando con los carritos. “De otra manera, estaríamos horas para aparcar”, añade Josep. “Los mercadillos están bien, dan vida, pero muchas veces esta zona se colapsa de coches por la falta de espacio”, añade Jordi, un vecino de la calle Girona.

Denuncian que hay carteristas en el mercado los días con más público Paralelamente a la problemática del aparcamiento, algunos comerciantes destacan que ha mejorado la seguridad en el recinto del mercadillo, pero advierten que, los días más concurridos y cuando hay más aglomeraciones, se han cometido algunos robos. “Cuando los pasillos de venta están llenos, algunas veces hay carteristas por allí y roban un par de carteras. No es algo habitual, pero sucede de vez en cuando”, dice Joan Auter, un payés de Soses que vende frutas y hortalizas frescas en el mercadillo desde hace más de 27 años. “Ha mejorado considerablemente la seguridad. Desde el traslado se ha notado más tranquilidad, pero es habitual que de vez en cuando haya sucesos de estos por aquí”, asegura. Pero para vecinos y clientes de ese mercadillo la principal crítica es que la zona está demasiado colapsada de gente y coches.