SUCESOS VIOLENCIA
Veinte denuncias en un año en Lleida por malos tratos a mayores en sus casas
Se producen en el entorno familiar y solo salen a la luz una pequeña parte de casos
Los Mossos d’Esquadra recibieron el año pasado una veintena de denuncias relativas a malos tratos en los que la víctima era una persona mayor de 65 años. Sin embargo, la policía autonómica cree que la gran mayoría de los casos no salen a la luz por el miedo y la dificultad de que unos padres denuncien a sus hijos, que suelen ser los agresores.
Una veintena de personas mayores de 65 años denunciaron el pasado año en las comarcas leridanas haber sido víctimas de malos tratos, casi siempre en el entorno familiar, fundamentalmente por parte de alguno de sus hijos. La mayoría de estas denuncias registradas por los Mossos d’Esquadra, 17, se contabilizaron en las comarcas del llano y en 13 casos la victima era una mujer. Desde la policía autonómica aseguran que la cifra de casos se mantiene estable, pero que la mayoría de agresiones continúa sin salir a la luz. “Lo que más nos preocupa es la parte invisible porque la cifra negra es muy grande. En el caso de personas mayores el agresor suele ser un hijo o una hija con el que conviven y cuesta mucho por la dependencia emocional. Los casos que nos llegan es porque ya están desesperados”, apunta Salva Gallego, responsable del Grupo Regional de Atención a la Víctima de los Mossos d’Esquadra.
La mayoría de las víctimas que presentaron la denuncia el año pasado tienen entre 70 y 75 años y en todos los casos el maltrato fue en el ámbito familiar, ya que ninguno se dio por parte de cuidadores domiciliarios ni tampoco en residencias de personas mayores. “Generalmente estamos hablando de un maltrato psicológico con amenazas, insultos, menosprecios o humillaciones. En personas mayores también se da por omisión de cuidados y en algún caso hay agresiones físicas”, explica Gallego. Sobre el tiempo que las víctimas son maltratadas, en el caso de este colectivo suele producirse durante muchos años. “En los casos en los que el agresor es la pareja, cuando preguntas a la víctima algunas responden que llevan sufriendo malos tratos desde siempre”, reconoce Gallego. Las denuncias que reciben los Mossos se envían a la autoridad judicial y también se hace un trabajo coordinado con servicios sociales.
La gran mayoría de las denuncias las pusieron mujeres y el maltrato suele ser psicológico
¿Por qué cuesta tanto que este tipo de maltrato salga a la luz?
Cuesta mucho que se denuncien por la vinculación afectiva que hay entre víctima y agresor. Si ya cuesta en la violencia machista, cuando son personas mayores, que el agresor puede ser un hijo o una hija, todavía es más difícil que una madre dé el paso.
Recientemente se ha creado una comisión territorial para abordar este asunto, ¿qué sería necesario hacer para que se denuncien los casos ocultos?
Hay que trabajar conjuntamente, de la mano, desde los Mossos d’Esquadra tanto con servicios sociales como con los sanitarios para poder detectar todos los casos.