Detectan a 34 temporeros durmiendo en la calle y un aumento de inmigrantes irregulares en Lleida

La Paeria tiene registradas a 34 personas durmiendo en la calle, 23 en las escaleras del Hostal Jericó, ocho delante de la sede de los Castellers, uno en el puente Príncep de Viana, uno en los Camps Elisis y otro en un cajero automático. Así lo informó ayer el teniente de alcalde Xavier Rodamilans en una visita al centro de temporeros habilitado en el pabellón 3 de la Fira, que abrió el lunes. La campaña Fruita amb Justícia Social afirmó que hay 80 temporeros durmiendo en las calles.

Sin embargo, Rodamilans señaló que han detectado a menos gente durmiendo en la calle que al principio de la campaña de fruta del año pasado. “La solución no es hacer un albergue con una capacidad máxima de 100 personas”, afirmó e instó a los ayuntamientos de los pueblos con temporeros que habiliten lugares para que puedan dormir, costeados por los empresarios que los contratan. Asimismo, Rodamilans explicó que la oficina de atención a los temporeros ha recibido a 65 personas desde que abrió, la mitad que en los mismos días del año pasado, que fueron 123. La mayoría son subsaharianos y magrebíes y muchos provienen de Italia. Señaló que desconocen el motivo por el que han llegado menos personas, pero apuntó a que podría ser que los temporeros estén más repartidos entre los diferentes municipios de Ponent donde ya ha comenzado la campaña.

Por su parte, la responsable de la Unidad Técnica de Inclusión, Alba Prila, señaló que han detectado la llegada de más temporeros en situación irregular. Explicó que cuando una persona llega a la oficina, se le hace una valoración a nivel personal y laboral y se le informa de las bolsas de trabajo y de los servicios de necesidades básicas. La oficina de atención ofrece servicio de duchas, de alimentación, de consigna, de lavandería y de ropero.

Además, la oficina también cuenta con un mediador, Abdallaa Jelda, que ayuda a traducir a aquellas personas que no conocen la lengua.

Por otra parte, la Crida, impulsora de la campaña Fruita amb Justícia Social, registró ayer una petición para crear una mesa de negociación con las administraciones “para resolver el drama humano que viven los temporeros durante la campaña”, como la habilitación de un albergue y el acceso a la sanidad.