La PAH culpa a la administración y a la banca del suicidio de un desahuciado

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Lleida ha paralizado 25 desahucios en la capital este año, uno de ellos esta misma semana. El portavoz de la entidad, Henry Mora, remarcó también que hay personas con informes aprobados para obtener pisos de la mesa de emergencia, pero que no les son asignados por la Paeria por falta de viviendas. “Una situación como la de Cornellà”, indicó, en referencia al hombre que el jueves se lanzó desde un décimo piso cuando iba ser desahuciado, y que también estaba a la espera de un piso social. El portavoz de la PAH hizo estas declaraciones tras la concentración frente a una sede en Lleida del Banco Popular, entidad financiera propietaria del piso de Cornellà. Lleida se sumó de este modo a la convocatoria de la PAH de celebrar concentraciones en todo el Estado para denunciar esta situación. Los manifestantes pegaron carteles en la fachada de la entidad bancaria con el lema “Este banco engaña, estafa ¡y asesina!”. Denunciaron “falta de políticas sociales de vivienda reales a nivel estatal y catalán que garanticen el derecho a la vivienda” y reclamaron no favorecer “a especuladores y a la banca”. Se desplazaron desde la avenida Catalunya hacia plaza Paeria, coreando consignas como “No es un suicidio es asesinato” y “La banca mata”, y reclamaron tanto al alcalde, Àngel Ros, como el presidente del Gobieno central, Pedro Sánchez, que se implante ley 24/2015 del Parlament medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética. La protesta concluyó con un minuto de silencio.

La Taula del Tercer Sector reclamó garantizar el derecho a la vivienda de las personas más vulnerables y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, consideró que “a los responsables políticos de nuestro país se les tendría que caer la cara de vergüenza” por el suicidio del hombre de Cornellà. La CUP pidió al presidente Quim Torra “que garantice pan, techo y trabajo para la mayoría de la población que es trabajadora y precaria”. Los comuns abogaron por “humanizar las instituciones para no tener que lamentar otra muerte por un intento de desahucio” y Endavant clamó “basta de desahucios, basta de violencia capitalista”.