Médicos de familia denuncian la falta de sustitutos en vacaciones

Asimismo, los ambulatorios del llano de Lleida eran hace un año los segundos más masificados de las siete regiones sanitarias de Catalunya, tanto en la media de pacientes adultos por médico de familia –situada en 1.382, por detrás de los 1.483 de Barcelona– como en la población infantil asignada por pediatra –de 1.298 niños, casi 150 pacientes más que la media catalana–.

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Representantes de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) de Lleida denuncian la falta de sustitutos en vacaciones y en épocas con una alta presión asistencial, como cuando hay epidemia de gripe. “Además, el problema se agrava en los CAP de las zonas rurales, lejos de Lleida capital”, señaló Mònica Solanes, miembro de la junta leridana de Camfic.

Solanes manifestó que el principal perfil de usuario de la Atención Primaria es la gente mayor. “Su volumen cada vez es mayor, pero el número de médicos no aumenta”, señaló. En este sentido, también denunció que cada vez disminuyan más las plazas de MIR de medicina familiar en el Estado. “En los últimos 22 años, hemos pasado de tener un 42% de plazas a un 22%”, detalló. A nivel europeo, la media de médicos por cada 10.000 habitantes es de 9,7; en España, 7,6; y en Catalunya, 7,2.

Solanes añadió que a la falta de sustitutos se le suma el trabajo que tienen los médicos con las visitas y consultas por teléfono y por internet. “El facultativo tiene que dedicar más tiempo, además de a las visitas, a atender las consultas virtuales”, apuntó.

A esta denuncia de la Camifc se le ha sumado otra de la Sociedad Catalana de Pediatría, que también lamenta la falta de estos especialistas en vacaciones, por lo que considera que deben aumentar más las plazas de MIR para revertir la situación, explicó el presidente de la Sociedad, Valentí Pineda.

En este verano, el dispositivo estival del departamento de Salud prevé la contratación de 24 médicos y 24 enfermeros en los CAP de Ponent, que se concentrarán en los de Alcarràs, Alfarràs-Almenar, Pla d’Urgell, Seròs, Lleida y Almacelles, ya que en estas zonas la actividad se mantiene debido a la campaña de la fruta.

Por otra parte, la consellera de Salud, Alba Vergés, negó ayer que su departamento tenga previsto cerrar 2.500 camas hospitalarias en verano, y aseguró que, si hay un descenso de su número, es porque durante el periodo estival bajan las intervenciones quirúrgicas. Lo dijo en réplica a una intervención del diputado leridano de Cs Jorge Soler, que le advirtió de que “cerrar camas no es la solución, sino revertir los recortes”.

Asimismo, el Parlament aprobó ayer la moción presentada por Cs que insta al Govern a desplegar el dispositivo de verano del sistema sanitario.

Listas de espera de siete días en los ambulatorios de la capital La espera para ser visitado por el médico de cabecera en la mayoría de Centros de Atención Primaria (CAP) de Lleida ciudad era de ayer de una semana. En veranos anteriores, las esperas para ser atendido en los ambulatorios habían llegado a ser de varias semanas debido a la reducción del personal por vacaciones. En esos casos, el departamento de Salud aconseja que si el paciente no puede esperar tanto, acuda al CAP por la vía de urgencias. Sin embargo, aunque la espera habitual siga siendo de siete días, el Parlament de Catalunya ha instado en dos ocasiones al Govern a propuesta del PSC, en febrero de 2016 y en abril de 2017, que haya una espera máxima de 48 horas en los ambulatorios y la obligación del Sistema Catalán de la Salud (CatSalut) de ofrecer una alternativa en caso de incumplimiento.