TURISMO EQUIPAMIENTOS
El Condes vuelve a cerrar y prevé reconvertirse en hotel con pisos
El proyecto compatibilizará habitaciones, apartamentos turísticos y viviendas de alquiler || La obras no comenzarán antes de 2019, pero sus salas seguirán abiertas
El hotel Condes de Urgel cerró ayer sus puertas por segunda vez en 4 años y sus propietarios prevén transformarlo en un equipamiento hotelero, residencial y turístico. Según informó un responsable de la empresa, Ramon Rocafort, la idea es hacer una fórmula mixta con habitaciones de hotel de cuatro estrellas, apartamentos turísticos y viviendas de alquiler. “Hemos considerado que hay que hacer un cambio y evolucionar y está comprobado que el modelo turístico y residencial funciona, sin descartar la parte hotelera”, señaló.
Explicó que actualmente se está estudiando cómo deberá hacerse esta reorganización y que está previsto iniciar las obras a principios de 2019. “Hemos optado por cerrar ahora porque julio y agosto son meses de temporada baja”, apuntó. Aún así, el hotel mantiene operativas la zona de salas para eventos, la zona de congresos y el salón “Panoràmic”. “En función de qué obras haya que hacer, estas salas se podrán mantener abiertas o quizás las tendremos que cerrar”, señaló.
Por último, Rocafort informó de que su familia seguirá siendo la propietaria, “pero cuando se haya hecho el cambio quizá hay alguna incorporación o un cambio en la dirección”. En el comunicado que emitió ayer el hotel para anunciar esta transformación, indicó que participarán nuevos inversores, aunque sin especificar quiénes son.
El edificio, construido en 1970, cuenta con un total de 94 habitaciones y también alberga un concesionario de coches y motos y una planta de oficinas.
El Condes de Urgel nació en 1960 en el edificio del antiguo Bowling en la avenida de Les Garrigues. En 1975 se estrenó el actual edificio de la vieja N-II, renovó sus instalaciones en 2002 y en 2014 cerró por primera vez por la mala marcha del negocio. De hecho, los trabajadores hicieron huelga porque la empresa les debía más de 10.000 euros en nóminas.
Más de un año después, la familia Rocafort llegó a un acuerdo con la cadena hotelera Playa Senator, que reabrió el establecimiento a finales de 2015. No obstante, meses más tarde volvió a asumir directamente la gestión.