Fondo de 80.000 € para deudas de agua causadas por pisos okupados

La Paeria y Aigües de Lleida destinarán 80.000 euros para evitar que comunidades de vecinos deban asumir facturas de agua impagadas de pisos okupados. La alcaldesa en funciones, Montse Mínguez, indicó que continuarán aportando 30.000 euros procedentes del ahorro de consumos municipales de agua, que se destinan a protocolos, a los que se sumarán 50.000 euros de la concesionaria del servicio de agua a través de un convenio que se firmará en septiembre, en cumplimiento de la ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética. La Paeria anunció ayer esta medida, después de que vecinos de un bloque de Gaspar de Portolà, en la Mariola, denunciaran que deben 9.719,72 euros a Aigües de Lleida por el impago de facturas de agua desde el año pasado por culpa del uso que hacen del suministro los okupas, tal como publicó este diario. El edificio tiene 16 pisos, 6 están okupados y en 8 viven sus propietarios, mientras que los demás están vacíos. Los vecinos apuntan que las viviendas okupadas son de bancos y no pagan el agua, igual que hacen otros dos propietarios particulares. La alcaldesa en funciones se reunió ayer con la concesionaria para concretar puntos del convenio que rubricarán en septiembre, que también incentivará la instalación de contadores individuales de agua para que los vecinos no tengan que asumir deudas por impagos de otros pisos del edificio. En este sentido, ante el riesgo de vulnerabilidad de algunas familias, está previsto no cobrar el alta (unos 175 euros) a la hora de individualizar los contadores. Mínguez destacó también que hay comunidades con este tipo de contadores en las que hay propietarios que se niegan a pagar las facturas, de modo que la deuda se acumula y pasa al conjunto de la comunidad. Por ello, remarcó que el objetivo del convenio es que las familias afectadas por impagos de otros no se vean obligadas a hacerse cargo de esta problemática. “Son situaciones que preocupan y crear angustia a los propietarios, que ven cómo se les traslada una problemática que no les incumbe”, señala, y añade que “queremos darles un mensaje de tranquilidad y trabajamos para intentar que no tengan que sufrir estas cargas”.