POLÍTICA RELEVO HISTÓRICO
Larrosa ofrece diálogo y marca distancias con Àngel Ros
Investido con los votos de PSC y Salmerón, nombra a Mínguez su “mano derecha”
Fèlix Larrosa fue investido ayer alcalde de Lleida con los ocho votos del PSC y el de la edil de Units per Avançar adscrita al gobierno. Afirmó que no renuncia a la “herencia”, en referencia a su antecesor Àngel Ros, que ya ejerce de embajador en Andorra, pero quiso marcar un perfil propio anunciando cambios y nuevas maneras de hacer política.
En un salón de plenos abarrotado, Fèlix Larrosa fue investido ayer alcalde de Lleida, en sustitución de Àngel Ros, ahora embajador de España en Andorra, con los ocho votos del PSC y el de Rosa Mari Salmerón, edil de Units per Avançar adscrita al gobierno socialista. PDeCAT y Comú se votaron a sí mismos y ERC y la Crida, a independentistas presos y exiliados, votos que fueron declarados nulos. Larrosa agradeció a Ros sus “muchos aciertos para consolidar Lleida como capital”, pero también quiso marcar distancias.
“De este mandato ya se han escrito muchas páginas, pero hoy empieza un nuevo capítulo en el que todos los grupos están invitados a participar. No renuncio a la herencia, pero menos aún a la ilusión de ser alcalde y a nuevos proyectos y consensos”, afirmó tras recibir la vara de alcalde de Montse Mínguez, hasta ayer alcaldesa en funciones y su rival en las primarias del PSC para elegir el alcalde y alcaldable para 2019.
Mínguez tuvo que renunciar como número dos del PSC para que Larrosa fuera alcalde y este anunció que ella será “su mano derecha” y portavoz socialista. También prometió su cargo como concejal Joan Queralt, aún sin cartera a la espera de la remodelación del gobierno que prepara Larrosa, aunque anunció que los actuales ediles seguirán y que él mismo se quedará con parte de Urbanismo al tener que finalizar cuestiones como el POUM.
“Yo soy Fèlix Larrosa, con virtudes y defectos, y ejerceré de alcalde como lo he hecho de concejal. Cambian las personas y, posiblemente, cambiarán algunas políticas y las maneras de hacer”, señaló, e incidió en que “he procurado servir con esfuerzo, lealtad y rigor como concejal y lo haré igual como alcalde, pero con más dedicación, responsabilidad e ilusión. Por eso les pido responsabilidad y lealtad a la institución y les ofrezco a todos mano tendida y colaboración para construir la ciudad que queremos”.
Agradeció a “los partidos que han garantizado la estabilidad” y citó pactos puntuales con el Comú, PP, Crida, ERC, Cs, PDeCAT y con Salmerón. Larrosa defendió que será “el alcalde de todos a partir de los valores de la libertad, la igualdad, la justicia social y la solidaridad como pilares básicos”. Se comprometió a presentar antes de los primeros cien días un plan transversal de políticas dirigidas a las personas mayores, apostó por que “el fomento de los presupuestos participativos se enfoque al objetivo de mejorar las condiciones de vida de los barrios”, planteó un pacto de ciudad por el civismo y anunció una reunión con los alcaldes de la Franja para “reconstruir puentes” porque “la vecindad no entiende de ideologías y la política no puede ser un obstáculo”.
“Haremos cambios con mano tendida, con las personas como prioridad, con trabajo intenso en los barrios, con un pacto por el civismo como bandera, apostando por el talento y la tecnología para generar riqueza”, subrayó el que ya es cuarto el alcalcalde de la democracia tras Siurana, Oronich y Ros. Mínguez dedicó su turno de palabra a rebatir las intervenciones de la oposición.