Buch: “La libertad de presos y exiliados será el punto de partida para la libertad del país”

Los políticos y líderes independentistas presos y exiliados fueron ayer los protagonistas del acto de la Generalitat de conmemoración de la Diada en Lleida. Tanto el conseller de Interior, Miquel Buch, como el delegado del Govern, Ramon Farré, reclamaron su libertad y el público asistente coreó de forma espontánea “llibertat!”, como respuesta al grito de una persona de “no son presos políticos”. “Su libertad será el punto de partida para la libertad definitiva de nuestro país”, afirmó el conseller. Afirmó que “el 1-O demostramos que nadie decidirá por nosotros, que Catalunya será lo que quiera ser y nadie podrá pararlo, ni un Estado represor que ante la democracia solo sabe sacar la fuerza”. “En Lleida he podido palpar la fortaleza y determinación que nos hará imparables, siempre con respeto hacia quien piense diferente. Y pese al juego sucio y a la manipulación, siempre pacíficamente”, añadió, e instó a “llenar las calles de dignidad, convivencia, respeto y libertad”.

Farré recordó que la Diada de 2017 fue presidida por Jordi Turull, ahora encarcelado. Destacó que “la brecha entre Catalunya y España no se cierra”y dijo que “la salida razonable es siempre el diálogo, el oído atento, la palabra dicha o formulada en una papeleta de voto, no el aniquilamiento del otro”. Remarcó que “lo que haga falta lo haremos serenamente, con consideración plena con quien piense diferente, sin una brizna de odio hacia ninguna institución, ilusionadamente y con resistencia, pacíficamente”.

Afirma que “la fortaleza nos hará imparables, con respeto hacia quien piense diferente”

El subdelegado del Gobierno central, José Crespín, asistió al acto rompiendo con la ausencia del Estado de los últimos años. “Hemos de librarnos del tacticismo y del partidismo”, indicó.

En Barcelona, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, animó a los catalanes a hacer de la Diada, más que nunca, un “clamor por la libertad”.