BARRIOS VIVIENDA
Los vecinos denuncian una nueva okupación conflictiva en La Bordeta
La asociación asegura que los inquilinos tienen en el piso incluso perros de pelea || La entidad pedirá reunirse con los Mossos y la Paeria para que se tomen medidas
La asociación de vecinos de La Bordeta denunció ayer que un grupo de personas ha vuelto a okupar un piso que ya había sido okupado y desalojado previamente. Su presidenta, Mari Carmen Guerrero, aseguró que “esta gente es muy conflictiva y peligrosa, además, tienen varios perros de pelea en la casa que varios vecinos han visto que pasean por el Parc de l’Aigua y no podemos tolerar que sigan ahí más tiempo”. Por ello, la asociación pedirá reunirse con el ayuntamiento y los Mossos d’Esquadra para saber “qué podemos hacer ante este tipo de intrusiones y para frenar de una vez todo este movimiento okupa que afecta al barrio desde hace años”. En este sentido, Guerrero aseguró que ella no va “contra las familias que se han quedado sin vivienda y que han tenido que okupar una porque, en general, no quieren causar la más mínima molestia ni generan problemas de convivencia. A los que debemos echar de nuestro barrio y de otros puntos de la ciudad es a los que hacen de la okupación su modo de vida destrozando pisos para venderlos a trozos, intimidando a los vecinos y creando inseguridad y malestar en las calles. Por eso queremos reunirnos con los Mossos y la Paeria porque estamos hartos de esta situación y desde la asociación queremos hacer algo ya”, explicó Guerrero.
Junto con el Centro Histórico y la Mariola, el barrio de La Bordeta es uno de las zonas más afectadas por la okupación, llegando a una situación que desde la asociación califican de “insostenible”. Aún con todo, reconoce que “este verano parecía que la situación en el barrio se había estabilizado un poco, pero ahora ya volvemos otra vez con esta lacra”, y asegura que algunos okupas que antes residían en el barrio “se han trasladado a otras zonas como el Barri Antic o Cappont debido a la presión de las entidades del barrio, y muchos de ellos son conflictivos”, concluyó Guerrero.