SUCESOS ALTERCADO
Un joven siembra el pánico con un cuchillo de grandes dimensiones en la plaza del Treball de Lleida
Amenazó a los clientes de un bar, tiró objetos desde una azotea y agredió a los agentes que le redujeron
La Guardia Urbana detuvo ayer a última hora de la tarde a un joven después de que sembrara el pánico en plena calle amenazado a ciudadanos con un cuchillo de grandes dimensiones, tirara objetos desde una azotea y agrediera a varios agentes. El suceso tuvo lugar sobre las 19.00 horas en la plaza del Treball. La policía recibió un alud de llamadas alertando de la presencia de un joven muy alterado, con un cuchillo de grandes dimensiones y desnudo de cintura para arriba. Presos del pánico, los clientes de la terraza de un bar huyeron a toda prisa para evitar ser atacados.
Varias patrullas de la Urbana y los Mossos d’Esquadra se desplazaron hasta la plaza del Treball, además de ambulancias del SEM. El joven, de nacionalidad marroquí, huyó hacia el número 84 de la calle Alfred Perenya y se refugió en la azotea. Desde allí, empezó a tirar ladrillos, trozos de hormigón y otros objetos, lo que obligó a cortar la calle en la avenida Príncep de Viana y la rotonda de la avenida Alcalde Recasens. Causó daños al menos en un coche patrulla. Agentes de la Urbana subieron hasta la azotea protegidos con escudos y pudieron detener al joven. El hombre tuvo que ser reducido porque propinó varios golpes a los agentes. Fue arrestado acusado de los delitos de alteración del orden público, atentado a agentes de la autoridad y lesiones y fue ingresado en el módulo psiquiátrico del hospital Santa Maria.
El suceso provocó una gran expectación entre los vecinos. Al respecto, el presidente de la Asociación de Vecinos del Clot, Manel Rodríguez, señaló que este individuo llevaba varios días protagonizando actos incívicos en la zona junto a otros jóvenes que forman una cuadrilla. Según Rodríguez, serían entre seis y ocho jóvenes de entre 15 y 18 años, todos de nacionalidad marroquí, que han okupado dos pisos del número 84 de Alfred Perenya, el mismo desde el que el joven se atrincheró ayer en la azotea. “La gente estaba muy asustada. Llevamos días alertando de esta situación y pedimos más presencia policial para que no se sientan impunes”, afirmó a este diario. Según el presidente de la asociación de vecinos, estos jóvenes llegaron al barrio hace un mes y medio y desde entonces se han producido asaltos y robos, aunque no hay confirmación que estén relacionados. “Van por la calle y amenazan e insultan a la gente. Pedimos más presencia policial para evitar una desgracia”, señaló.