Boicot de los institutos a las prácticas obligatorias para futuros profesores

Los institutos de Lleida no aceptan a alumnos de prácticas del máster de Formación de Profesorado ni de grados de la UdL y no lo harán hasta que no se compense el trabajo que comporta a los tutores. Dicen que ya avisaron a Enseñanza el curso pasado y piden una retribución simbólica, una reducción de horas lectivas o una certificación académica.

Los institutos públicos de Lleida capital y muchos de comarcas se han ‘rebelado’ y este curso no aceptan a estudiantes en prácticas del máster de Formación de Profesorado de Secundaria ni de grados de la Universitat de Lleida (ambas son obligatorias para poder obtener los títulos) hasta que no se les compense la carga de trabajo que les comporta tutorizar a estos alumnos. “Queremos que se reconozca de alguna manera el trabajo de los tutores, ya sea económicamente, con una reducción de las horas lectivas que imparten o con una certificación académica”, indicó un portavoz de los directores. Esta situación afecta a un centenar de estudiantes de la UdL, entre ellos todos los del máster de Profesorado que deben hacer más de 150 horas de prácticas en los centros de Secundaria. Además, muchas universidades ofertan el máster de Profesorado online, de modo que los institutos reciben peticiones también de estos alumnos. “Los estudiantes tienen un listado de los centros formadores y vienen a pedir si pueden hacer prácticas. Pero estamos diciendo que no incluso a ex alumnos y a hijos de profesores”, aseveró un director.

El representante de los institutos afirmó que a principios del curso pasado ya comunicaron a Enseñanza su reclamación y advirtieron de su intención de dejar de acoger a estudiantes en prácticas por este motivo, acción que ahora han materializado. No obstante, dejó claro que “no es una cuestión monetaria”. “Queremos recibir alumnos, pero con una compensación porque representa mucha responsabilidad y trabajo. Cada año hay entre 7 y 10 por centro y eso comporta mucho trabajo al coordinador. Les has de guiar, revisar sus programas didácticos, observar cómo dan las clases...”, recalcó. Aseguró que antes los tutores recibían una acreditación o certificado, “pero eso se acabó”, y añadió que una normativa de Enseñanza “dice que en ningún caso se puede reconocer” su labor. “Y la situación se ha agravado por el hecho de que antes los estudiantes hacían el CAP, que costaba quizás 300 euros, y ahora tiene que cursar un máster que vale entre 2.500 y 6.000 mientras que el reconocimiento para nosotros es cero”, argumentó. El máster oficial en la UdL cuesta 2.470 euros, pero otras universidades lo ofertan online a otros precios. En todo caso, el portavoz subrayó que en ningún caso pretenden que su reivindicación se traduzca en un incremento de los ya elevados precios del máster. En este sentido, otro director consideró que una compensación simbólica de unos cien euros sería factible y otros dos incidieron en que dejarán de ser centros formadores si no cambian las normativas de la administración. “Hasta que Enseñanza no reconozca la actividad profesional de tutorizar las prácticas, no tendremos a más alumnos”, insistió otro director, y señaló que los estudiantes afectados tienen la opción de pedir hacer las prácticas en los centros concertados.

Enseñanza dice que buscará una solución este curso

Una portavoz de la conselleria afirmó ayer que “Enseñanza es consciente de esta situación y conjuntamente con Universidades trabajaremos para poder dar una respuesta a estas demandas a lo largo de este año en el marco del presupuesto de 2019”. Según fuentes del sector, este boicot no solo afecta a Lleida, sino también a otras zonas como Girona o el Vallès. Por su parte, la Universitat de Lleida, a través de sus vicerrectores de Docencia y Estudiantado, Francisco García y Neus Vila, respectivamente, señaló que nadie les había notificado nada y que se ha encontrado con este plante de los institutos al programar las prácticas del nuevo curso. “La UdL no sabía nada, únicamente que había un cierto descontento entre el profesorado de los institutos en los últimos años”, indicó Vila. Añadió que “hace dos años firmamos un acuerdo con Enseñanza para que los alumnos de los grados de Letras pudieran hacer prácticas en los institutos, y la facultad tampoco sabía nada”. Tanto Vila como García consideraron que la labor de los tutores de las prácticas en los centros educativos “debe estar compensada de forma adecuada”. “Esperamos que Enseñanza lo resuelva pronto”, afirmó la primera, que destacó que las prácticas son una parte relevante de la formación de los estudiantes.