REPORTAJE CÁRCEL
Ponent, la nuevo Modelo
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Los sindicatos de prisiones llevan tiempo reclamando mejoras en inversión y en el personal de la cárcel de Lleida, pero el último incidente violento registrado en el centro penitenciario (el pasado lunes, cuando seis presos conflictivos destrozaron sus celdas tras un apagón) ha hecho que levanten sus voces y las unan para reclamar que estas mejoras sean urgentes. Para ello, algunos advierten de que Ponent se está convirtiendo en la nueva Modelo de Catalunya, en referencia a la mítica prisión barcelonesa que hace pocos meses dejó de funcionar. Una expresión que utilizan desde UGT y CATAC Ponent para advertir de la degradación de las instalaciones de la cárcel leridana. Al respecto, UGT señala que el departamento de Justicia “está dejando morir la prisión de Ponent por falta de inversiones como ya hizo con la Modelo” y afirma que se trata de un centro infradotado en recursos materiales y humanos. Una opinión que comparte el sindicato mayoritario, el CSIF, que señala que Ponent no ha seguido la estela del resto de prisiones catalanas en modernización.
Entre las mejoras, los sindicatos indican falta de medios como instalaciones y seguridad. En este último caso, el CSIF afirma que Ponent, con 30 años de antigüedad, solo cuenta con una treintena de cámaras, mientras que las nuevas cárceles disponen de hasta 800. Esta carencia, según el sindicato, es conocida por los presos que son trasladados al centro de Lleida desde otras cárceles catalanas y que en muchos casos cuentan con un perfil conflictivo.
El aumento de la conflictividad también es una de las denuncias que hacen desde CCOO, que alerta que en los últimos meses se han registrado más casos de autolesiones, agresiones entre internos y también a funcionarios en Ponent. La respuesta violenta de los internos, según los sindicatos, también responde al cambio a la hora de suministrar la medicación. Calculan que el 45% de los internos toma algún tipo de psicofármaco por trastorno mental y que tras asumir las competencias el ICS, ya no se reparte la medicación diluida en agua, sino que se dan las pastillas directamente en mano, lo que ha hecho aumentar el contrabando, la no medicación de internos y, en consecuencia, el aumento de la conflictividad en el centro.
Y, por último, aunque no menos importante, está reclamación que hacen todos por la falta de personal en Ponent, además de contar con una de las plantillas de prisiones más envejecida de Catalunya. Según el CSIF, en la última década la cárcel leridana ha perdido 70 funcionarios y no se cubren bajas ni jubilaciones. En su última reunión, informó el sindicato, la dirección es consciente de que se necesitan reformas y las formaciones exigen que sean urgentes.
Justicia estudia medidas tras el último incidente La conselleria de Justicia está analizando el último incidente ocurrido en Ponent, el pasado lunes, para tomar las medidas necesarias. Según señalaron fuentes de este departamento a este diario, en la prisión de Lleida trabaja el mismo número de personas en vigilancia penitenciaria que hace un año y se mantiene el número de presos durante este periodo. Incluso, según Justicia, hay semanas en las que la población reclusa desciende.