LLEIDA
Blanco pide dormir en un hotel
De un plató de televisión al banquillo de los acusados. Este es, de manera muy sucinta, el trayecto que Fernando Blanco y Margarita Garau han hecho en estos dos últimos años. Son los protagonistas de un juicio mediático. Lo acreditan la veintena de medios, gran parte de ellos estatales, que lo cubren y las unidades móviles de las televisiones que hay aparcadas esta semana ante el edificio judicial del Canyeret. Hasta se ha habilitado una sala para los periodistas, algo que no pasaba en Lleida desde que en el año 2006 juzgaron a Gilberto Antonio Chamba Jaramillo por el asesinato de la estudiante de Alpicat Maria Isabel Bascuñana. El juicio, del que todavía están previstas dos sesiones más, se emite con una señal institucional y una realización comparable al de un programa de televisión, ya que ofrece planos cortos y largos de todos los protagonistas: acusados, tribunal, fiscal y letrados.
En este circo, Fernando Blanco se siente el protagonista principal. Lo fue ayer incluso antes de que declarara. Su abogado solicitó al tribunal si su representado, que está en prisión preventiva desde diciembre de 2016, podía pernoctar en un hotel durante los días del juicio. Custodiado, eso sí. Una petición que el presidente de la Audiencia, Francesc Segura, denegó por “sorprendente e inaudita”. Blanco, vestido con traje y corbata, se mostró desafiante, especialmente ante el fiscal Pedro López. “Yo no soy médico”, “yo digo lo que es la verdad”, “usted está mintiendo”, fueron algunas de las puyas con las que interpeló al representante del Ministerio Público. Incluso el tribunal le llegó a dar un toque de atención para recordarle que se debía limitar a responder.
Declaró durante dos horas y diez minutos y consultó constantemente sus apuntes. Preguntado por sus ingresos, llegó a afirmar que impartiendo charlas como coach “podía ganar hasta 8.000 euros en un solo fin de semana”. Otras muchas cosas no las recordaba. También culpó a los medios de comunicación de lo que negó que fuera su huida. “Fue una cacería de brujas, la gente se creyó lo que decían en la tele y nos amenazaban de muerte, incluso a mi hija”.
Hubo protagonistas secundarios. Susanna Griso y Carmen Lomana no estaban en el juicio, pero se habló de ellas. Griso y su Espejo Público de Antena 3 hicieron varias entrevistas a la familia. Las grabaciones forman parte de la causa. Blanco admitió que Griso le dio un cheque de 500 euros para ayudar a Nadia. En cambio, negó que Carmen Lomana aportara el donativo que prometió.