Rehabilitación con hidroterapia este año en el CAP Onze de Setembre

La sanidad pública de Lleida estrenará al fin antes de final de año el servicio de rehabilitación con hidroterapia en dos piscinas en el CAP Onze de Setembre, que tendrá como principales pacientes afectados por problemas neurológicos (como por ejemplo un ictus), con parálisis cerebral o que hayan sufrido alguna fractura en el aparato locomotor.

El director médico del servicio de rehabilitación, Luis Mambrona, indicó que la hidroterapia supone un complemento de los tratamientos convencionales. “No es que las terapias normales no sirvan, sino que esta es un plus”, manifestó. Como ejemplo, indicó que “el agua beneficia mucho a adultos y niños con parálisis cerebral que están muy rígidos, porque se relajan”. Asimismo, señaló que los que están en proceso de recuperación de una fractura de una pierna “dentro del agua pueden comenzar a trabajar la marcha debido a que como hay flotación el cuerpo no pesa tanto, mientras que los que están en la última fase del tratamiento y necesitan ganar fuerza, dentro del agua pueden hacerlo más rápidamente”.

Pacientes con problemas neurológicos, parálisis cerebral o con fracturas en el aparato locomotor

Mambrona detalló que una estimación muy somera apunta a que podrán hacer unas 8.000 sesiones al año. La media por paciente suele ser de entre 15 o 20, pero varían mucho en función del tipo de enfermo, ya que los que padecen afectaciones neurológicas suelen necesitar más y trabajar de forma individual, mientras que los que sufren una fractura pueden hacer sesiones en grupo con hasta un máximo de ocho personas.

La delegada de Salud, Divina Farreny, subrayó que solo el hospital de Bellvitge ofrece ahora este servicio en la sanidad pública catalana. Asimismo, argumentó que no se ha puesto en marcha antes, a pesar de que las piscinas están disponibles desde que se inauguró el CAP Onze de Setembre hace ya más de dos años, porque había que tener la dotación presupuestaria correspondiente, así como tener listo el plan de mantenimiento y la formación del personal.

Una de las piscinas tiene una forma convencional, mientras que la otra es mucho más estrecha y alargada. Mambrona explicó que esta última “es más bien un pasillo de marcha, con una especie de carriles para que la gente que empieza andar o que comienza a cargar vayan por ellos”. También tendrá una menor profundidad, de alrededor de un metro, para facilitar su uso para los niños, mientras que la mayor tiene entre 1,40 y 1,60 metros.

L’Aliança ya veía necesario reforzar la estructura del edificio en junio

La necesidad de reforzar la estructura del edificio de L’Aliança ya estaba sobre la mesa hace cuatro meses, cuando la empresa anunció a representantes sindicales que tenía una partida prevista para este fin. Así lo explicaron ayer a este diario diversas fuentes de la plantilla, que coincidieron en asegurar que “a finales de junio hubo una reunión con el comité en la que se anunció que había una partida presupuestaria para hacer arreglos en la estructura”. En lo que hay divergencias es a la hora de valorar la actual situación, con la clínica cerrada desde el pasado miércoles a causa de la aparición de una grieta en una pared maestra de la segunda planta. Mientras que algunos empleados dicen que “no nos lo esperábamos”, porque la empresa nunca les comunicó que esta fuera una actuación urgente, otros insisten en que era algo que se veía a venir desde hace tiempo, por lo que no entienden por qué la propietaria, Divina Pastora, estaba haciendo obras sin evaluar palmo a palmo el estado de la estructura. Tal como informó este diario, Divina Pastora prevé mantener cerrada la clínica un mínimo de 6 meses y aplicar un ERE temporal a la gran mayoría del personal. La delegada de Salud, Divina Farreny, dijo ayer que estudian diversas “opciones” ante esta situación.