Pacto para castigar con hasta 9 años de prisión las muertes por accidentes con conductores ebrios

Los grupos parlamentarios del Congreso alcanzaron el martes un principio de acuerdo para endurecer hasta los nueve años la pena máxima de prisión por homicidio por imprudencia cuando es consecuencia de una imprudencia grave al volante de un vehículo, tales como exceso de velocidad o el consumo de alcohol. Así figura en el borrador con el que trabaja la ponencia del Congreso encargada de reformar el Código Penal en materia de seguridad vial. Esta reforma se inició tras una petición de asociaciones de víctimas y de ciclistas, como Anna González, vecina de La Seu d’Urgell cuyo marido murió atropellado por un camionero que se dio a la fuga, o los padres de Marta Sòria, una joven de Les Borges Blanques que murió en un accidente causado presuntamente por exceso de velocidad y conducción temeraria. Un texto que insta a reformar el Código Penal para incrementar la pena en caso de varios fallecidos o heridos graves. Asimismo, en la nueva redacción se especifica que el abandono del lugar del accidente, cuando se haya cometido una imprudencia, se sancionará con penas de entre seis meses y cuatro años de cárcel.