URBANISMO NOMENCLÁTOR
Calle franquista fantasma
Las cinco calles de nombres vinculados con el régimen franquista que seguirán en el nomenclátor de Lleida ciudad son Alcalde Sangenís, Alcalde Montaña, Carmel Fenech, Lluís Besa (en este caso no hay consenso sobre si estuvo implicado o no en la rebelión militar contra la República) y Juan Manuel Nadal Gaya. Este último, miembro de una familia pudiente de Lleida, se enroló en las tropas franquistas y durante la dictadura y los primeros años de la democracia adquirió notoriedad en la ciudad por su papel como impulsor de la Fira, y en 1979 fue elegido senador por la UCD. Falleció el 25 de abril de 2013 a los 92 años de edad y solo un año y medio después, en noviembre de 2014, el pleno de la Paeria aprobó dar su nombre a una calle, junto con tres históricos del PSUC -Teresa Pàmies, Antonio Cantano y Dolors Piera- Jaume Melcior, Miquel Costa, Àngel Moncusí y Josep Lluís González. A Nadal se le asignó un vial más que secundario, ubicado al lado del campo de fútbol de Balàfia. Solo sirve de acceso al bosque urbano ubicado entre Corregidor Escofet y el instituto Torre Vicens y como zona de aparcamiento para vehículos. Así lo refleja el plano municipal oficial de la Paeria, pero en realidad no hay ninguna placa con el nombre de Juan Manuel Nadal Gaya, así que su presencia en el nomenclátor de la ciudad queda relegada al ámbito digital. Desde la asociación vecinal del barrio, su presidente, Toni Baró, señaló que la junta evaluará si solicita a la Paeria cambiar de nombre a este vial. “Nos gustaría que tuviera el de una mujer, como el de Rosa Parks. A pesar de ser una calle secundaria, mejor que lleve un nombre femenino que no que no haya calles con el nombre de mujeres”, manifestó. Curiosamente, la relación de nuevos nombres que incluía el de Nadal fue la chispa que encendió la polémica por la presencia de personajes vinculados al franquismo en el nomenclátor. Fue cuando Rosa Peñafiel, nieta de Antonio Cantano, un destacado luchador antifranquista, dijo que su familia no estaba dispuesta a aceptar poner su nombre a un espacio público mientras quedaran “restos franquistas en la ciudad”.