MOVILIZACIONES ENSEÑANZA
Más protesta que huelga
El paro en la educación, más secundado por estudiantes que por profesores || Dos manifestaciones, con unos 300 participantes cada una, recorrieron la capital por la mañana y por la tarde
Docentes, estudiantes y funcionarios de la Generalitat protagonizaron ayer una jornada de movilizaciones para reclamar la reversión de los recortes aplicados. La huelga tuvo muy poco seguimiento entre el profesorado y más eco entre el estudiantado. Hubo una manifestación por la mañana y otra por la tarde en la capital.
Revertir los recortes aplicados durante la crisis. Esa fue la reivindicación por la que ayer docentes y estudiantes universitarios y de Secundaria, así como funcionarios de la Generalitat, estaban llamados a una jornada de huelga, convocada por los sindicatos IAC, Intersindical-CSC, Ustec, CGT, Aspepc-Sps, SEPC, Sindicat d’Estudiants y Cos. Enseñanza cifró el seguimiento en Lleida en el 5,6% de los docentes, el menor de Catalunya, con una media de 11,71%. Lo cierto es que en la capital del Segrià fue incluso nula o residual en algunos centros, según datos recopilados por este diario, mientras que la participación fue mayor entre el alumnado, ya que en algunos institutos la secundaron más del noventa por ciento de los estudiantes. En comarcas, fue similar. En la Universitat de Lleida (UdL), las facultades que más la secundaron fueron las de Educación (90%) y Letras (80%), y las que menos, Derecho (5%), Agrónomos, Medicina y la Politècnica, con el 10%.
Además, hubo dos manifestaciones. Por la mañana, unos 300 universitarios, profesores asociados de la UdL y de Secundaria marcharon desde la plaza Víctor Siurana hasta la delegación del Govern, pasando por la de Enseñanza. A la protesta se unieron una veintena de funcionarios de la Generalitat, sector en el que el seguimiento fue casi nulo. Con pancartas y silbidos, exigieron la rebaja de unas tasas universitarias que consideran “abusivas” y mejorar las condiciones laborales de los profesores asocidados. Colgaron una pancarta en la fachada de Enseñanza, precintaron la entrada y exigieron la dimisión del conseller. Cortaron Ronda y llegaron a Lluís Companys, donde frente a la delegación del Govern un representante de cada colectivo leyó un manifiesto con todas sus reivindicaciones y la manifestación quedó disuelta por los convocantes. Sin embargo, una veintena de jóvenes intentaron entrar en la delegación y tuvieron que intervenir los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra (ver desglose). Por la tarde, de nuevo 300 manifestantes, mayoritariamente docentes, se concentraron ante Enseñanza y se dirigieron hacia la delegación del Govern. Criticaron que los recortes afectan a la calidad de la enseñanza y reclamaron más inversión en educación, reducir las ratios, suprimir el decreto de plantillas que permite a los directores contratar a profesores a través de entrevistas y recuperar el horario lectivo de antes de los recortes y las pagas extra de 2013 y 2014. La secretaria general de Enseñanza, Maria Cuenca, dijo que en el marco de los presupuestos de 2019 quieren mejorar la atención al alumnado y las condiciones laborales del profesorado, por lo que negociarán con los sindicatos.
Los universitarios reclaman una rebaja del 30% en las tasas (son las más caras de España), medida que aprobó el Parlament en 2016 y que aún no se ha aplicado, invertir el 6% del PIB catalán en educación y equiparar el precio entre máster y grado. Los profesores asociados, 598 en la UdL, piden regularizar su figura y mientras no se haga, mejorar salarios y eliminar los despidos bajo la fórmula de ‘no renovación’.
Los Mossos evitan que estudiantes entren en la sede de la Generalitat Una veintena de jóvenes que participaron en la manifestación de la mañana para exigir mejoras en la enseñanza universitaria intentaron entrar en la delegación de la Genralitat una vez disuelta la concentración. Se fueron acercando a la puerta hasta que una decena de antidisturbios de la Mossos d’Esquadra los apartaron y crearon un cordón policial, pero continuaron increpando a los agentes. Entonces, un joven denunció que un mosso le pegó con una porra en la mano. “Quería apartar una pancarta y me dio. Se negó a darme su número de placa, pero pondré una denuncia”, afirmó.