TRIBUNALES SENTENCIA
Multado por hacer pintadas en una celda de la comisaría
El detenido deberá indemnizar a la Generalitat con 360 euros y pagar una sanción de 60 || Acusado de un delito leve de daños
La Audiencia de Lleida ha condenado por un delito leve de daños a un hombre que fue acusado de hacer pintadas en una celda de la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Lleida durante su detención en el mes de mayo del año 2017. El condenado deberá pagar una multa de 60 euros e indemnizar a la Generalitat con 360 euros por los daños que ocasionó. El hombre fue condenado inicialmente por el juzgado de Instrucción número 1 de Lleida pero recurrió el fallo alegando que se había vulnerado su presunción de inocencia.
Los pintadas en la celda se hicieron entre los días 21 y 24 de mayo del año 2017 cuando, según los Mossos d’Esquadra, el único detenido que estuvo en aquella dependencia fue el acusado. En cambio, el hombre aseguró que no recordaba en qué celda estuvo detenido, así como que tampoco recordaba si hizo algo, y en concreto, si pudo hacer las pintadas. El tribunal provincial recuerda que “debe tenerse en cuenta el hallazgo de unos daños en una celda en la que consta que el denunciado estuvo retenido durante tres días”. Un agente de la policía catalana también corroboró que el hombre estaba solo en aquella dependencia del calabozo. Los daños, sin embargo, no fueron apreciados hasta cinco días después de que el imputado abandonara la celda. Pese a ello, la Audiencia afirma en la sentencia que “no puede obviarse el contenido de las pintadas en que consistieron los referidos daños, haciendo clara referencia a unos hechos en los que se vio implicado el denunciado y por los que se produjo su detención”. De esta forma, considera que se ha probado que fue la persona que hizo las pintadas y “no ha existido vulneración alguna de la presunción de inocencia”. El tribunal ratifica la condena de primera instancia como autor de un delito leve de daños. Deberá pagar una multa de 60 euros, a razón de dos euros diarios, e indemnizar a la Generalitat de Catalunya con 360 euros que el importe que supuso la reparación de la celda tras la aparición de las pintadas. La sentencia es firme y no se puede volver a recurrir.