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UGT, sin fondos para seguir en su sede del edificio de los sindicatos
Critica que el Gobierno no les haya facilitado aún un local alternativo || La comunidad de propietarios está disuelta y temen quedarse sin luz y calefacción este invierno
El secretario general de UGT Lleida, Josep Lluís Aguilà, denunció ayer que no disponen de fondos suficientes para pagar la calefacción y la luz de su actual sede debido a su elevado coste y culpa al ministerio de Trabajo de no haber cumplido los plazos para trasladar sus oficinas del edificio AISS, conocido popularmente como el edificio de los sindicatos. “Hace unos meses que se fue la CGT y solo quedamos nosotros”, dice Aguilà. “Lo único que sabemos es que el ministerio nos tiene que decir algo a finales de este mes”. Además, añadió que ya disolvieron la comunidad de usuarios del edificio con fecha el 30 de junio, “por lo que ahora nosotros no tenemos con qué pagar el gasóleo de la calefacción y los recibos de agua y luz. Hemos pedido al ministerio si podía asumir estos costes y nos dijeron que, como es de uso, tenemos que pagarlo nosotros. Cualquier día de estos nos cortarán la luz o estaremos sin calefacción”, lamenta Aguilà.
Hace tiempo que la UGT pidió al ministerio una nueva ubicación por las deficiencias estructurales que tiene el edificio AISS. El problema del sindicato es que, debido al volumen de sus oficinas, hay pocas ubicaciones en el centro de la ciudad a las que puedan trasladarse. “Llevamos mucho tiempo diciendo que los plazos no se están cumpliendo, que hay buena voluntad pero no se ve que haya ninguna solución a la vista. El ministerio pretende buscar recursos para adecuar la antigua sede del Instituto de la Seguridad Social de Prat de la Riba, pero nos dicen que habilitar el lugar cuesta unos 700.000 euros y solo dispone de 40.000”. Esta falta de presupuesto, dice Aguilà, está vinculada a que es una partida de los presupuestos generales de 2018 y, “hasta que no se aprueben los de 2019 no se podrá destinar dinero para esta actuación”.
Por ello, Aguilà pide que la subdelegación o el ministerio les ayuden para solucionar esta crisis cuanto antes, porque “no es un asunto de comodidad, ya es que no tenemos los recursos básicos en nuestro lugar de trabajo. La última carga de gasoil la pagaron los compañeros de Barcelona, pero podemos quedarnos sin luz y calefacción en pleno invierno. Se trata ya de supervivencia administrativa”.